El viernes 15 de marzo, Farid Ahmed, un hombre cuadrapléjico, vivió el peor día de su vida luego del atentado a dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch, en el que su esposa perdió la vida.

Ese día, Husna Ahmed se encontraba dentro de la mezquita junto con Farid. Cuando comenzaron los disparos, la mujer intentó ayudar a otras personas, en especial a los niños, a salir lo más rápido posible del lugar a fin de que pudieran salvarse. Luego intentó volver a entrar al recinto de oración para buscar a su esposo, pero en el camino recibió en la espalda un disparo del ciudadano australiano Brenton Tarrant, el autor del atentado. Murió de forma instantánea.

Ahmed ya había logrado salir de la mezquita y estaba escondido detrás de un vehículo que se encontraba estacionado, mientras escuchaba los centenares de disparos y los gritos de las personas que intentaban escapar de la masacre. De acuerdo con el Daily Mail, el hombre volvió a la mezquita para intentar ayudar a la gente, pero lo único que encontró fueron cuerpos y sangre derramada por la alfombra del lugar. A los pocos minutos llegó la policía y lo ayudó a salir del sitio, para darle una de las peores noticias que había recibido hasta ese momento: su esposa era una de las víctimas del atentado.

A pesar de la gran tristeza de perder a una de las personas más importantes en su vida, el pasado domingo aseguró a medios locales que quisiera abrazar al asesino. «Mientras intentaba vivir el duelo pensé que quería tener la posibilidad de poder abrazar al atacante. Muchas personas pensarán que estoy loco, pero hablo desde el corazón, no estoy fingiendo», señaló Ahmed.

Aunque admite que no apoya la acción de Tarrant, intentó pensar en el estado mental del pistolero que lo llevó a realizar tan trágico crimen. «Quizás estaba herido o algo le había pasado en su vida, pero lo importante es que él es mi hermano», dijo el musulmán. «Ya lo perdoné y estoy seguro de que si mi esposa estuviera viva, ella habría hecho lo mismo… Me preguntaron: ‘¿Qué sientes por la persona que mató a tu esposa?’ Y yo respondí que amaba a ese hombre porque él es humano y un hermano mío», contó en un programa neozelandés.

El número de víctimas que dejó el atentado fue de 50 y es el segundo crimen con más muertos en Occidente, después de que un ciudadano estadounidense disparó a 58 personas en Las Vegas en 2017. Es, además, la primera masacre en Nueva Zelanda desde 1994. 

El autor del ataque, Brenton Tarrant, se identificó como un australiano que vengaría los ataques cometidos por musulmanes en Europa.


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