El ex presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), permanece en la unidad de cuidados intensivos de una clínica de Lima. Fue internado este lunes por presentar una arritmia cardíaca, informó el ex parlamentario Gilbert Violeta.
“Entendemos que está siendo relativamente controlado, sin embargo, su estado de salud es muy delicado”, declaró Violeta en la emisora RPP Noticias.
El ex legislador señaló que Kuczynski ingresó en una clínica privada del distrito de San Isidro, donde reside, porque, al parecer, “tiene una profunda depresión que afecta su delicado estado de salud”.
Violeta indicó que PPK, como se le conoce popularmente, “no puede conversar en estos momentos con nadie, salvo con sus médicos”.
Agregó que ninguno de sus familiares está actualmente en el país, por lo que el político y empresario “básicamente depende de los amigos”.
Kuczynski, de 81 años de edad, cumple desde abril pasado una orden de arresto domiciliario de 36 meses en su residencia de San Isidro, al tiempo que se le investiga por lavado de activos por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.
Desorden en su salud
El ex gobernante sufrió en septiembre una descompensación, por lo que fue internado en la misma clínica de Lima, donde se le dio de alta después de cinco días.
Kuczynski está imputado en el caso Odebrecht por presuntas irregularidades cuando era ministro en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
La Fiscalía investiga si ocultó pagos ilícitos de Odebrecht por intermedio de su consultora Westfield Capital, con registro en Estados Unidos, con la que facturó 782.000 dólares entre 2004 y 2007 a Odebrecht en consultorías sobre proyectos de obra pública que luego fueron adjudicados a la empresa brasileña.
Además de Kuczynski, por el caso Odebrecht también son investigados los ex presidentes Alejandro Toledo (2001-2006) y Ollanta Humala (2011-2016), mientras que Alan García (2006-2011) se suicidó en abril pasado cuando iba a ser arrestado.
Los sobornos de Odebrecht estuvieron acompañados en Perú de presuntos aportes irregulares de dinero a las campañas electorales de los principales candidatos a la Presidencia, como la líder opositora Keiko Fujimori, quien también está en prisión preventiva desde hace un año.