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El continúo arribo de personas huyendo de la guerra y la pobreza a los países mediterráneos crea tensiones entre países de la Unión Europea | AFP/Aris Messinis

Cinco países de la Unión Europea (UE) debaten este lunes cómo poner fin a las sucesivas negociaciones para repartirse a los migrantes socorridos en el Mediterráneo central tras cada rescate, a la espera de desbloquear la divisiva reforma del asilo.

Los ministros del Interior de Francia, Alemania, Italia, Malta y Finlandia, discuten en Malta un dispositivo que permita a países de la UE voluntarios repartirse automáticamente a las personas socorridas en el mar.

El continúo arribo de personas huyendo de la guerra y la pobreza a los países mediterráneos crea tensiones con sus socios de la UE, a los que reclaman más solidaridad.

El máximo exponente de esa tensión fue el cierre de los puertos italianos a los barcos de oenegés con migrantes socorridos a bordo promovido por el ex ministro del Interior Matteo Salvini, una política abandonada por la nueva coalición en el poder.

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, autorizó el domingo al barco humanitario ‘Ocean Viking’ a desembarcar en Sicilia a 182 migrantes socorridos en el mar.

Las oenegés SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras celebraron esta decisión. Al mismo tiempo, instó a encontrar un acuerdo europeo para evitar que «las personas que sobrevivieron a una travesía muy peligrosa permanezcan bloqueadas durante días e incluso semanas» en el mar.

Tratando de llegar a acuerdos

La discusión en Malta, en la que participa el comisario europeo de Migraciones, Dimitris Avramopoulos, debe allanar el camino a un pacto durante la reunión mensual de los ministros del Interior de los 28 países de la UE prevista a principios de octubre en Luxemburgo.

«La Comisión Europea lleva algún tiempo pidiendo a los Estados miembros que se pongan de acuerdo sobre acuerdos temporales tras el desembarco. Por lo tanto, acogemos con satisfacción el trabajo en curso», aseguró este lunes la vocera comunitaria, Mina Andreeva.

El nuevo sistema debe garantizar a Italia o Malta una organización más solidaria y eficaz, dijo el pasado miércoles el presidente francés, Emmanuel Macron.

En una reunión informal en junio en París, unos 15 países apoyaron la creación de un mecanismo de solidaridad europeo. Entre ellos ocho se mostraron dispuestos a participar de manera activa: Francia, Alemania, Portugal, Irlanda, Luxemburgo, Finlandia, Croacia y Lituania.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ya rechazó el sábado ese mecanismo de reparto, contrario a las actuales reglas europeas que responsabilizan de gestionar las solicitudes de asilo al país europeo por donde entra el migrante.

No sólo Italia 

Según informaciones de la prensa, Francia y Alemania aceptarían acoger 25% de los migrantes socorridos en el mar cada una. A su tiempo, Italia recibiría 10%, en virtud de este mecanismo voluntario, que enfrenta todavía varias interrogantes.

¿Qué país se encargará de diferenciar entre personas con derecho al asilo y migrantes económicos? Italia aboga además por una rotación de los puertos seguros de desembarco, incluyendo Marsella, para aliviar los puertos de los países del sur de Europa.

Un acuerdo que afecte sólo a los migrantes socorridos en el Mediterráneo central sería visto como injusto para los países de las otras dos rutas.

Así lo alertó Matteo Villa, investigador del Instituto para los Estudios de Política Internacional de Milán (ISPI).

Hasta el 18 de septiembre, la ruta del Mediterráneo central registró en el arribo de 6.570 migrantes por mar a Italia y 2.260 a Malta. Esto de acuerdo con cifras de 2019 publicadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

A España, en la ruta occidental, llegaron 16.906 personas por mar en el mismo período, mientras que a Grecia lo hicieron 32.767.

«Hoy nos centraremos en la situación en esta parte del Mediterráneos», dijo a su llegada a la reunión Avramapoulos. «Pero no debemos negar que existen situaciones similares en otras partes del mar Mediterráneo», agregó.


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