Luis Manuel Díaz se refirió este viernes a los duros momentos que vivió durante 13 días de secuestro a manos de la guerrilla del ELN. Habló de una conversación que tuvo con su hijo Luis Díaz y si seguirán en Barrancas.
“A pesar de que el trato fue bueno, pues no me sentía muy cómodo, se me hizo muy difícil, estuve casi 12 días sin dormir», dijo el barranquero de 56 años de edad.
Describió cómo fueron los 12 días bajo cautivero. “Yo había estado en la montaña con mis viejos, soy un hombre de montes de sierra, pero era una historia diferente, de ayudar a papá a sembrar y eso; pero esto fue de mucha caminata, mucha lluvia, demasiada plaga».
Y agregó: «No podía dormir tranquilo, fueron 12 días sin dormir. Aunque el trato fue bueno, extrañaba todas mis cosas, mis hijos, mi esposa, mi familia. Caminé mucho, descansaba poquito. Conocí una montaña que nunca había conocido. Espero que nadie pase por esa montaña, porque es muy duro».
Aprovechó el momento y envió un mensaje. «Si algún día paso de nuevo por esa montaña, que sea agarrados de mano y con un letrero que diga paz, paz. Eso es todo lo que pido».
No pagaron por la liberación
Relató a los medios que desconoce la razón de su secuestro, que sus secuestradores reconocieron que era un hombre humilde y sin problemas.
“Que estuviera tranquilo, que a mí no me iba a pasar nada, sabiendo que yo era un hombre humilde y querido por todo el pueblo, que iban a hacer todo para que pudiera quedar libre y así fue, así lo sentí”, dijo.
Fue enfático en decir que no hubo pago por su liberación y que mientras estuvo retenido jamás le hicieron algún tipo de solicitud de dinero a su hijo ni a otros familiares para liberarlo.
«La verdad, no, no hubo ofrecimiento de dinero. No hubo necesidad. Todo se hizo por lo legal, no hicieron pedido de ningún recurso; se pensó en eso, pero no se dio, gracias a Dios. Se pensaba en eso pero no se dio, de eso no puedo decir que se dio porque no fue así”, afirmó el padre del futbolista.
Envió un mensaje a los grupos armados ilegales del país. “Que nos dejen tranquilos, que podamos andar confiados, que podamos tener un futuro elegante, que todos aquellos que hagan esfuerzos, de sentirse bien, cómodamente con su familia, pues que trabajemos adelante y que la paz salga adelante”, manifestó.
Así se enteró que iba a ser liberado
El profe Mane, como cariñosamente lo llaman en su municipio, aseguró que guardó siempre la esperanza de volver a ver a su familia, aunque los primeros tres días fueron muy confusos. Que siempre espero que le dijeran que iba a ser liberado y contó cómo fue informado por el ELN que volvería a casa.
“Recibí la noticia por el jefe del grupo que me tenía, diciéndome que me quedaban pocas horas para mi liberación, pero que tocaba hacer una caminara larga. Me motivé, me sentí feliz, más tranquilo a pesar de que tenía una molestia en la perna que me impedía caminar como lo hice los días anteriores», dijo Luis Manuel.
Y añadió: «Cuando salí sentí alegría, cariño del pueblo, abrazos de familia, besos de hermanos, besos de esposa, besos de los hijos. Fue muy emocionante y al llegar al lugar donde estaba el helicóptero, cuando llegó el grupo de rescate y me tomaron de la mano, tuve que llorar para desahogarme, la verdad me sentí muy feliz.
También se refirió al momento en el que se reencontró con los suyos. «Al llegar a Valledupar encontré a mi familia. No pudimos detener el llanto, lloramos de alegría, de emoción, porque iba a poder ver a mi familia y que íbamos a poder estar tranquilos».
Aseguró que ya habló con su hijo Luis Díaz
Díaz Jiménez, quien fue secuestrado el sábado 28 de octubre, se notó visiblemente conmovido al recordar la situación que vivió en la Serranía del Perijá, tanto, que se fue en llanto.
Aseguró que logró hablar con el futbolista Luis Díaz luego de su liberación y que este le pidió tener calma y recuperarse pronto para estar juntos.
“Ya libre, en Valledupar, tuve la oportunidad de saludarlo (a Luis Díaz) unos momentos antes de que jugara un partido de fútbol ayer con su club. Contento, feliz, porque ya estaba con mi esposa, con mi hijo, con la suegra de Luis, con mi yerno, nuestros amigos de confianza y con algunas personas que nos acompañaron. Y que siguiera adelante, que las cosas no terminan aquí y que tuviera mucha fortaleza para recuperarme de todo lo que ha pasado”, contó Mane.
Se queda en su natal Barranca, La Guajira
Mane aseguró que no se va de su pueblo, pues en Barrancas tiene a toda su familia, a su padre y los restos de su madre que reposan en esta población, así como sus demás seres queridos que viven en este municipio.
“Pienso que el gobierno me ha brindado un respaldo impresionante y confío en que la seguridad me va a dar para estar en Barrancas”, agregó Luis Manuel Díaz.
El padre de Lucho indicó que no entiende los motivos de su secuestro, además del cariño de la población, muchos lo describen como una persona luchadora, trabajadora, de esfuerzos, sacrificios y con futuro.
“En ningún momento ha pasado por mi mente que este sea el final. Ahora es cuando más debo hacer el esfuerzo y sacrificio para que mi escuela y mi fundación, que es del pueblo y del país, siga, continúe trabajando como lo veníamos haciendo”, dijo.
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