Alias Otoniel y la justicia de Estados Unidos
Alias Otoniel podría recibir 45 años de cárcel

La captura este sábado de Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», pone fin a una carrera delictiva en distintas organizaciones ilegales del país. Este es el principal cabecilla de la banda criminal más grande de Colombia, el Clan del Golfo, dedicada al narcotráfico y otras actividades ilegales.

Durante años, alias «Otoniel» consiguió evadir al Ejército y a la Policía. Estos organismos desarrollaron innumerables operaciones en la zona del Urabá (noroeste). Esto a pesar de que el gobierno colombiano ofrecía una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos (casi 800.000 dólares) y el estadounidense, 5 millones de dólares.

La «Lista Clinton»

El capo está desde 2013 en la «Lista Clinton» de Estados Unidos junto a los más peligrosos narcotraficantes y blanqueadores de dinero en el mundo. Por su parte, la banda que lideraba, también conocida como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), cuenta con más de 3.000 integrantes, según organismos de inteligencia.

«Con este golpe a alias ‘Otoniel’ en la Operación Osiris se marca el final del Clan del Golfo. Además, a todos los que pertenecieron a esta estructura criminal el mensaje es claro y contundente: o se someten a la Justicia de inmediato o les caerá todo el peso de la ley», dijo el presidente colombiano, Iván Duque, al confirmar la captura.

Según el gobierno, el Clan del Golfo es responsable del envío de toneladas de cocaína a Estados Unidos. También de montar una red criminal dedicada a cobrar extorsiones a empresarios y comerciantes en la región de Urabá, fronteriza con Panamá, y en la costa Atlántica principalmente.

Una vida de ilegalidad

«Otoniel» comenzó en la ilegalidad en las filas del Ejército Popular de Liberación (EPL). Esta es una guerrilla maoísta fundada en 1967. De ella aún queda un pequeño reducto, según la base de datos especializada en crimen y narcotráfico Insight Crime.

Del EPL se desvinculó en 1991. Esto tras la firma de un acuerdo paz de ese grupo con el gobierno colombiano, pero su tránsito a la vida en sociedad duró poco.

Úsuga ingresó a las filas paramilitares poco después, primero en las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU). Estas finalmente se agruparon en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Allí trabajó bajo las órdenes de uno de sus jefes más conocidos, Daniel Rendón Herrera, alias «Don Mario», encargado de lavar activos y pagar extorsiones.

La desmovilización de las AUC en 2006 no fue de su agrado, así que cuando capturaron a Don Mario en 2009, él y su hermano, Juan de Dios Úsuga, alias «Giovanni», formaron «Los Urabeños», otro de los nombres con los que se conoció a las AGC o al Clan del Golfo.

Con su influencia, su experiencia en lavado de dinero y financiación y las redes del narcotráfico que quedaron huérfanas de las AUC, consiguieron expandir su imperio desde el noroeste del país a muchas otras regiones. Desde allí, aún hoy siguen disputándose corredores del narcotráfico o cosechas de cultivos con otros grupos armados como las disidencias de las FARC o el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

La ofensiva Agamenón

Al Clan del Golfo se le atribuyen numerosos crímenes de líderes sociales y jóvenes. También es el culpable en gran medida de los masivos desplazamientos y confinamientos impuestos a comunidades —sobre todo de indígenas y afrodescendientes— en el Chocó y otras zonas del Pacífico.

En esas zonas, este grupo ha impuesto su ley, amedrentado a esta población, desfavorecida y dejada de lado por el Estado, mediante el cobro de extorsiones. Se ha lucrado también de la minería ilegal y otros negocios ilícitos. Para ello usan una ubicación geoestratégica de lujo, con salida a dos océanos y la puerta de entrada a Centroamérica.

Para acabar con su imperio, el Ejército y la Policía lanzaron en 2015 la Operación Agamenón, con miles de efectivos. Con esta, durante más de 6 años peinó el Urabá y acosó a sus más cercanos aliados, acciones durante las cuales consiguió incautar más de 400 toneladas de cocaína.

En los últimos meses, el jefe del Clan del Golfo estaba ubicado en una zona rural del departamento de Antioquia rodeado de miembros de seguridad y médicos que le controlaban sus problemas de tensión y diabetes, según la Policía.

En este mismo periodo, el gobierno anunció las bajas de algunos de sus aliados más próximos. Entre estos, su primo Harlinson Úsuga Úsuga, alias «Orejas», fue extraditado a Estados Unidos en marzo. En ese mismo mes también se detuvo a su hermana, Nini Jhoana Úsuga, alias «La Negra», jefa de finanzas de la banda.

Un mes antes fue «neutralizado» Nelson Darío Hurtado Simanca, alias «Marihuano». Este se consideraba el número 2 de la banda y era la mano derecha de Úsuga.


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