Michelle-Bachelet
A principios de septiembre, Michelle Bachelet criticó la "reducción del espacio cívico y democrático" en Brasil | EFE

La ONU teme que el espacio democrático se reduzca aún más en Venezuela en caso de que se apruebe una ley que criminaliza las actividades de organizaciones de derechos humanos nacionales que reciben fondos del extranjero.

«Si esta ley es aprobada y se aplica reducirá más el espacio democrático. También lamento los ataques del gobierno contra la independencia de las universidades», dijo este lunes la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, al presentar información actualizada sobre la situación en Venezuela.

En la sesión de apertura del Consejo de Derechos Humanos, Bachelet formuló denuncias contra cuerpos de las fuerzas de seguridad por abusos que están bien documentados. Reconoció que el régimen ha hecho últimamente ciertas concesiones.

Mencionó que un equipo de su oficina −cuyo número de integrantes no precisó− pudo volver a trabajar dentro de Venezuela. Confirmó que el mismo consiguió entrar el viernes por sexta vez en el Centro de Procesados Militares Ramo Verde.

También reconoció que, tal como se lo había prometido, el oficialismo excarceló a 83 personas. Pero hizo hincapié en que queda pendiente la liberación total de la jueza María Lourdes Afiuni y del periodista Braulio Jatar.

FAES

Las observaciones de Bachelet fueron mucho más numerosas e incluyeron denuncias sobre «casos de tortura y malos tratos, tanto físicos como psicológicos, de personas arbitrariamente privadas de su libertad, en particular de militares».

Lamentó que el régimen venezolano no haya evidenciado ninguna voluntad de atender su solicitud de disolver la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional, a la que se atribuyen ejecuciones extrajudiciales, y que en lugar de ello haya optado por reafirmar públicamente su apoyo.

Hacía referencia a información recibida de la ONG Monitor de Víctimas que identifica 57 nuevos casos de presuntas ejecuciones cometidas solo en julio en Caracas.

Crisis económica 

Bachelet señaló que sigue empeorando la crisis económica y social en Venezuela, la cual obligó a 4,3 millones de venezolanos a abandonar el país, un Estado que presenta el caso de hiperinflación más grave experimentado en Latinoamérica.

Si en junio el salario mínimo mensual equivalía a 7 dólares hoy representa solo 2 dólares. «Lo que significa que una familia necesitaría el equivalente a 41 salarios mínimos para cubrir la canasta básica familiar», añadió.

En este ámbito, la alta comisionada reconoció el impacto que tienen las sanciones de Estados Unidos en el agravamiento de los derechos humanos en Venezuela.

Situación humanitaria

El informe de Bachelet hace hincapié en la situación de 400.000 personas que sufren de enfermedades crónicas y que tienen acceso limitado a medicinas y tratamientos. Recordó que hay 39 enfermos −incluyendo niños− que esperan viajar al extranjero para recibir trasplantes dentro de programas públicos.

Según la alta comisionada, algunas ONG que colaboraron con su oficina para preparar el último informe sobre Venezuela han sido denunciadas públicamente y sus representantes amenazados por altos funcionarios.

«Las represalias por colaborar con la ONU son inaceptables. Insto a las autoridades a que tomen medidas preventivas», señaló.

La situación en Venezuela será seguida de cerca en la sesión de tres semanas que ha iniciado el Consejo de Derechos Humanos, con el impulso del Grupo de Lima, integrado por países de la región que reconocen a Juan Guaidó como presidente encargado.


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