Barcelona

Barcelona vuelve a ser el epicentro por sexta noche consecutiva de los altercados derivados de las protestas contra la entrada en prisión del rapero Pablo Hasel por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.

Varios centenares de personas se reunieron en la tarde de este domingo en la estación ferroviaria de Sant, la principal de la capital catalana, donde ya había desplegado un fuerte dispositivo policial.

Desde allí los manifestantes se desplazaron rodeados por la policía hasta las calles del centro de la ciudad, escenario de los primeros enfrentamientos de un grupo de violentos que comenzaron a lanzar objeto, como piedras, bolsas de basura y botellas de vidrio contra las fuerzas de seguridad.

La protesta había sido convocada bajo el lema «Nos habéis enseñado que ser pacífico es inútil».

El Ayuntamiento de Barcelona retiró horas antes 108 contenedores de basura para evitar que sean utilizados como barricadas e incendiados, al igual que ocurrió en las noches anteriores.

Muchos comercios se habían protegido tapiando sus puertas y escaparates para evitar los sucedido ayer a los establecimientos del centro de Barcelona, que en muchos casos fueron saqueados.

Las manifestaciones, que comenzaron el pasado martes se han saldado hasta el momento con 102 personas detenidas, de las que hasta el momento solo una ha ingresado en prisión, y 82 policías heridos, casi todos de carácter leve.

La quinta noche de protestas acabó ayer con saqueos en decenas de tiendas del centro de la ciudad y con daños en el histórico edificio modernista del Palau de la Música, uno de los emblemas del arte catalán.

El encarcelamiento de Hasel ha suscitado un intenso debate político y social en España.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recordó hoy que manifestarse es un derecho, pero que «los altercados no son la solución y no están justificados», porque únicamente perjudican a los vecinos y los comercios.


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