Niños migrantes
Foto: Archivo

Los migrantes menores de edad que viajan sin compañía de adultos corren un alto riesgo de angustia emocional, con síntomas persistentes de depresión y ansiedad más notables en las niñas, según estudio publicado este martes por la Asociación Médica Estadounidense.

Un equipo investigador de la Escuela Grossman de Medicina en la Universidad de Nueva York, encabezado por Natan Vega, examinó los casos de 176 migrantes menores de edad, procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala y Nicaragua, que viajaron solos a Estados Unidos.

Los investigadores observaron a los niños migrantes entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2019 como parte del seguimiento médico para detectar angustia emocional.

Los varones eran el 71,6% de estos migrantes, que hicieron la travesía sin la compañía de padre, madre u otro adulto responsable, y la edad media de todo el contingente era de 16,9 años, indicó el estudio.

Los investigadores encontraron que el 57,4% de los menores migrantes mostraban señales de angustia emocional, con un índice de 70% para las niñas frente a un 52,4% de los varones.

«Los niños sin compañía (de adultos) a menudo son vulnerables a secuelas psiquiátricas debidas a los acontecimientos traumáticos experimentados en cada etapa de su migración», señalaron los autores del estudio, publicado en la revista JAMA Network Open.

Niños migrantes bajo situaciones de vulnerabilidad

Destacaron que “la migración de estos niños y adolescentes a menudo resulta de la privación económica, los desastres climáticos y la violencia física o sexual, incluido el reclutamiento en pandillas».

Indicaron asimismo que “durante la migración estos menores de edad son vulnerables a robos, extorsiones, secuestros y violencia física y sexual».

Una vez que llegan a Estados Unidos, muchos de estos migrantes menores de edad pasan tiempo en centros de detención y luego se transfieren al cuidado de patrocinadores, incluidos familiares o adultos con quienes no han tenido una relación previa.

«Las conclusiones indican que los migrantes menores de edad no acompañados, en particular las niñas, experimentan síntomas psiquiátricos persistentes después de su reasentamiento, y se beneficiarían de un apoyo interdisciplinario y monitoreo», señaló el artículo.

Los autores indicaron que esta situación no es exclusiva de los menores de edad que emigran hacia Estados Unidos, pues la población global de menores de edad migrantes sin compañía está aumentando.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Alto Comisionado para los Refugiados calculan que más de 300.000 menores de edad migraron sin compañía en todo el mundo entre 2015 y 2016.

En Estados Unidos más de 171.000 niños no acompañados fueron detenidos en la frontera con México en 2021, y a más de 324.000 los transfirieron a patrocinadores en Estados Unidos en los últimos cuatro períodos fiscales.


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