Nicaragua concedió este jueves prisión domiciliaria a 1.000 presos por San Valentín. Entre estos, solo hay seis opositores al presidente Daniel Ortega.
Se trata del primer contingente de personas liberadas este año como parte de una política de excarcelaciones que el gobierno aplica desde hace unos años en fechas festivas para beneficiar a prisioneros considerados de baja peligrosidad.
«1.000 presos y presas que cumplían condena hasta el día de hoy jueves 13 de febrero recibieron el beneficio legal de convivencia familiar. Estas personas podrán compartir el Día del Amor y la Amistad con sus respectivas familias», se informó en la página web oficial del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional.
El llamado régimen de convivencia familiar consiste en un sistema de prisión domiciliaria con presentaciones periódicas ante un juez para personas condenadas por delitos menores. El año pasado fueron beneficiadas por este régimen más de 5.000 personas.
Entre los 1.000 excarcelados este jueves solo hay seis de los que la oposición considera como presos políticos, que han sido detenidos durante la crisis que ha vivido Nicaragua desde 2018, cuando estallaron protestas masivas contra Ortega.
Una de las beneficiarias es Katherine Martínez, de 18 años de edad. «Estoy alegre por salir y espero que salgan los otros presos políticos», dijo a una radioemisora nicaragüense.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos destacó en Twitter la excarcelación de al menos seis personas privadas de libertad en la crisis de derechos humanos que vive Nicaragua. Además, demandó al gobierno la liberación de los restantes.
La CIDH registró al menos 60 opositores presos en Nicaragua al cierre de enero. La oposición dice que la cifra aumentó. En 2019 el gobierno excarceló a más de 600 opositores, con amnistía o por el régimen de convivencia familiar.