Navalny
EFE

El líder opositor ruso Alexei Navalny no necesita ya respiración asistida y se levanta de la cama, informó este lunes el equipo médico de la clínica berlinesa de la Charité, donde fue ingresado el 22 de agosto tras sufrir un envenenamiento.

«El estado general del paciente ha mejorado», dice parte del sexto parte médico emitido por ese centro hospitalario desde que llegó a la capital alemana para ser atendido tras el presunto intento de asesinato que sufrió en un vuelo interno en Rusia.

Navalny puede respirar completamente por sí solo, empezó a hacer ejercicios de movilidad y no precisa estar todo el tiempo en la cama, prosigue el parte.

La Charité comunicó ya unos días después de su ingreso en la clínica berlinesa que los análisis practicados indicaban que había sufrido un envenenamiento. A esta conclusión llegaron asimismo los expertos del ejército alemán, conforme los cuales el presunto intento de asesinato fue con un agente tóxico del grupo Novichok.

Fuentes del gobierno alemán informaron que laboratorios de Suecia y Francia, cuya colaboración se había recabado, corroboraron esos resultados.

El gobierno alemán reportó el caso a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, cuyos laboratorios también están realizando los análisis pertinentes.

El gobierno alemán, de acuerdo con un comunicado del portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, está examinado los pasos a seguir con sus socios europeos.

Navalny sufrió un colapso durante un vuelo de Siberia a Moscú, lo que forzó un aterrizaje de emergencia en Omsk, donde recibió tratamiento en un hospital local.

Los médicos rusos que lo trataron aseguraron no haber encontrado rastros de envenenamiento y atribuyeron el colapso a problemas de metabolismo.

Posteriormente, por solicitud de la familia y de sus colaboradores, y bajo la autorización del gobierno alemán, Navalny fue trasladado a Berlín.

Aunque el traslado de Navalny a Alemania fue el resultado de una iniciativa privada, el gobierno ha asumido parte de la información sobre el caso desde que se conoció el resultado de los exámenes en el laboratorio del ejército.

El caso Navalny generó tensiones diplomáticas entre Berlín y Moscú. La canciller Angela Merkel instó ya al gobierno ruso, tras los primeros análisis de la Charité, a esclarecer lo que calificó de un intento de asesinato por envenenamiento del líder opositor.

Desde su llegada a Berlín, Navalny ha estado bajo protección policial con un dispositivo que ha sido reforzado después de que despertara del coma.


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