Marcha brasilia
Unas 3.000 mujeres indígenas de todo Brasil se manifestaron el martes en Brasilia | AFP

Decenas de miles de mujeres participaron este miércoles en Brasilia en la tradicional «Marcha de las Margaritas», convertida este año en un acto contra el presidente Jair Bolsonaro y a favor de la liberación del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

La «Marcha de las Margaritas» se celebra cada cuatro años con una agenda de defensa del campo y de reivindicación de los derechos de las mujeres, en un país muy afectado por la violencia doméstica.

Este año, se convirtió en un grito de denuncia contra el gobierno por sus políticas de flexibilización de agrotóxicos y por los proyectos de Bolsonaro de abrir tierras indígenas o zonas protegidas a la explotación minera.

Muchas indígenas que habían participado el martes en una marcha para denunciar la agenda de Bolsonaro en sus tierras se sumaron a la procesión de las campesinas.

La columna recorrió la Explanada de los Ministerios hasta las cercanías del palacio presidencial de Planalto, con pancartas en defensa de «la soberanía popular» y por un Brasil «libre de violencia» y coreando «Lula libre», en reclamo de la liberación del ex mandatario de izquierda, que desde abril de 2018 purga ocho años y diez meses de cárcel por cargos de corrupción, que él niega.

Foto: AFP / Evaristo Sa

La mayoría de las participantes cargaba flores y vestía sombreros de paja y ropas moradas, color símbolo de la manifestación.

En sus arengas, calificaron a Bolsonaro de «misógino, racista y homofóbico». «Vivimos tiempos difíciles con un gobierno que nos ataca de forma continua (…). Estamos perdiendo derechos conquistados con mucha lucha», dijo a la AFP Juliana Joucoski, una profesora de 43 años de Curitiba.

«Las mujeres están en el foco de toda la violencia en Brasil», afirmó por su lado Fabiana Nascimento, quien acudió a la concentración con margaritas de papel en las manos.

«Es necesario decir ‘no’ a cualquier política que destruya derechos públicos. La situación en el campo empeoró (…) Nunca tuvimos un presidente tan poco respetuoso de la educación», enumeró.

Mariana Lima, de 46 años, funcionaria pública en Sao Luis de Maranhao, dijo que las políticas en el área de salud del presidente Bolsonaro desamparan a las comunidades más pobres, rurales e indígenas.

«Tenemos que protestar para garantizar nuestros derechos no sólo como mujeres, sino como ciudadanos», agregó.

Es la tercera protesta en Brasilia en dos días. Aparte de las margaritas y las indígenas, el martes hubo una manifestación contra los bloqueos presupuestarios en la educación y la reforma del sistema de jubilaciones


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