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Foto La Nación

El gobierno argentino esperaba esta tarde con cautela los resultados de las elecciones, mientras el búnker de Juntos por el Cambio comenzaba lentamente a poblarse y ya contaba con la presencia del jefe de Gabinete, Marcos Peña; y del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

«La elección no termina hasta que termina», sentenció este domingo, en medio de la jornada electoral. El oficialismo jura que no miró encuestas ni bocas de urna.

El jefe de Gabinete y jefe de campaña, Marcos Peña, evitó dar por cerrada la pelea y advirtió que es posible que para tener certezas sobre el resultado haya que esperar hasta el escrutinio definitivo. Sus declaraciones le valieron las críticas del Frente de Todos.

A diferencia de las primarias, el gobierno argentino no realizó la reunión previa de equipo en la Quinta de Olivos. Una muestra de la prudencia que atravesó la jornada.

Los resultados que arrojen las urnas esta noche demostrarán si la prédica del «Sí, se puede» que Macri difundió tras las PASO alcanzó para conseguir un milagro electoral. O si, en cambio, las chances de reelección del presidente quedaron definitivamente sepultadas con una derrota en primera vuelta.

Aun si el presidente pierde con Alberto Fernández, los porcentajes que se conozcan esta noche también serán cruciales para determinar la fortaleza política de Macri y su posicionamiento para una eventual transición en un contexto de extrema sensibilidad económica.

Un asesor de la campaña especificó el ánimo que tuvo Peña con su declaración. «Si hay chance de balotaje, es probable que la diferencia sea tan finita alrededor de los 45 puntos que unos u otros van a querer contar los votos», especificó.

Algo de esto se conversó el viernes en la reunión de estrategas de campaña que tuvo lugar en Olivos, donde estuvo el histórico gurú de Pro, Jaime Durán Barba.

Si, como señalan todos los pronósticos, el pleito se cierra este domingo en primera vuelta, en el gobierno argentino mirarán con atención los números. Observarán si Alberto logra superar el umbral de 50% (una mayoría simple); y analizarán a qué distancia queda Juntos por el Cambio para los tiempos políticos que vendrán.

Sin grandes cumbres previas

A diferencia del 11 de agosto, donde los resultados de las PASO contradijeron todas sus expectativas, hoy el núcleo duro de Macri evitó las amplias cumbres previas en Olivos y espera a que sus mesas testigo confirmen una tendencia clara para comenzar a hablar de números.

Macri votó cerca de las 12 del mediodía en la escuela Wenceslao Posse, ubicada en la calle Juncal 3131, y retornó a su quinta Los Abrojos para almorzar con Juliana Awada y sus cinco hijos. El presidente optó por compartir tiempo en familia en una jornada que puede marcarlo a fuego.

Peña comenzó el domingo con un desayuno en el tradicional Café Tortoni junto a el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, que espera saldar la elección esta noche y renovar su mandato en la Ciudad sin segunda vuelta. El jefe de Gabinete pidió «no darle mucha bola a todos los falsos rumores de números, de encuestas, que además de ser ilegales, en general son truchas y es para generar distracción».

Cerca de Peña señalaron que, en principio, no estaba prevista una amplia reunión del equipo de campaña en la quinta presidencial antes de dirigirse al búnker montado en Costa Salguero, como es tradición en Pro. El domingo de las PASO, en Olivos habían existido felicitaciones cruzadas en lo que fue una celebración prematura.

Ese día, Peña había hablado de «boca de urna truchas» para desestimar los números que circulaban por los grupos de WhatsApp. Pero a medida que se acercó la hora de publicar los datos oficiales, los colaboradores del oficialismo comenzaron a asimilar la diferencia con el kirchnerismo.

A la espera de los resultados

Esta vez, en el comando de campaña señalan que esperarán a las 7:00 pm, e incluso a las 8:00 pm, para aludir a los resultados. Dicen que aguardarán a que avancen los números de las mesas testigo de Juntos por el Cambio, que monitorea la asesora de la jefatura de Gabinete, Mora Jozami. Los primeros datos oficiales se esperan para las 21.

Los colaboradores del presidente señalaron a La Nación que también esperarán los resultados para terminar de delinear el discurso que dará Macri esta noche. Más allá de los porcentajes finales, en el oficialismo contemplan que las palabras y la actitud que exhiba el presidente tendrá incidencia en la apertura de los mercados de mañana.

Hoy el ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, aseguró que el oficialismo está «preparado para cualquier escenario».


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