Venezolanos en Trinidad y Tobago. Foto: Referencial. EFE
Venezolanos en Trinidad y Tobago. Foto: Referencial. EFE

Al menos 46 migrantes venezolanos han vuelto a entrar de forma irregular a Trinidad y Tobago. Esto luego de que los expulsaran del país el mes pasado en una polémica deportación masiva, de la que se pide una investigación.

Sus abogados, Criston J. Williams y Blaine Sobrian, de la firma Quantum Legal, les han aconsejado que se entreguen y han escrito a la comisionada de Policía Erla Harewood-Christopher para informarle sobre las acciones de sus clientes, informaron este sábado los medios trinitenses.

También se enviaron copias de esta carta al Ministerio Público, a la oficina del primer ministro y a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

El regreso de los 46 sigue al de otro venezolano que volvió a Trinidad y Tobago cinco días después de que lo expulsaron el 12 de agosto pasado y que logró esta semana ser reasentado en Estados Unidos a través de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Migrantes venezolanos regresan a Trinidad y Tobago

Los abogados de los 46 inmigrantes venezolanos han vuelto a pedir que se investigue al ministro de Seguridad Nacional, Fitzgerald Hinds. Lo señalan de crímenes contra la humanidad por firmar su orden de deportación.

Los letrados afirman que a los ciudadanos los obligaron a aceptar la deportación bajo amenaza de prisión. Además no se les concedió el derecho, como solicitantes de asilo, a impugnar la medida.

Sostienen que «la deportación apresurada fue premeditada para obstruir una investigación policial sobre lo sucedido en el helipuerto», que funciona como centro de detención.

Los abogados pidieron a Harewood-Christopher que «ordene, coordine y supervise una investigación criminal, de inmediato y sin demora, en el Ministerio de Seguridad Nacional y la División de Inmigración».

Activistas de derechos humanos denunciaron en julio pasado que los venezolanos detenidos recibieron un «trato inhumano» por parte de las autoridades. No les daban alimentos, agua, ni instalaciones para dormir o asearse.

El grupo formaba parte de los casi 200 migrantes venezolanos detenidos mientras asistían a una fiesta de cumpleaños en un bar del distrito de Saint James el 9 de julio.

Acnur alertó en junio pasado que los refugiados y solicitantes de asilo venezolanos en Trinidad y Tobago continuaban siendo vulnerables a los abusos y la explotación.


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