Rusia Navalny
Kirill KUDRYAVTSEV / AFP

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió este lunes la liberación inmediata del opositor ruso Alexéi Navalny, detenido el domingo en Moscú, adonde llegó procedente de Alemania.

«Estamos profundamente preocupados por la detención de Alexéi Navalni y pedimos su liberación inmediata y que se respete su derecho a un debido proceso conforme al Estado de derecho», dijo en un tuit el alto comisionado, dirigido por la chilena Michelle Michelle Bachelet.

Reiteró su llamado a que se realice una investigación exhaustiva e imparcial sobre su envenenamiento.

«Parodia de justicia»

Navalny denunció una «parodia de justicia» este lunes ante un juez que se trasladó a la comisaría donde está bajo arresto desde su regreso a Rusia para pronunciarse sobre su detención, duramente criticada por los países occidentales.

«No entiendo lo que pasa. He visto muchas parodias de justicia, pero esta es la ilegalidad más completa«, declaró Navalny en un video difundido en Twitter por su portavoz Kira Yarmysh.

La Unión Europea, Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido pidieron su liberación inmediata.

El carismático activista anticorrupción y enemigo jurado del Kremlin, de 44 años de edad, acusa al presidente Vladimir Putin de haber ordenado su asesinato envenenándolo con Novichok, lo que Rusia niega.

Sorpresivamente, un tribunal se reunió a mediados de la mañana en la comisaría de Khimki, en un suburbio de Moscú, donde se encuentra bajo arresto, para examinar el pedido de detención, indicó Vadim Kobzev, abogado del principal adversario del Kremlin.

Nueva acusación

Según sus partidarios, no tiene acceso a sus abogados desde su detención ilegal. «Está detenido ilegalmente, impiden que sus abogados lo vean«, denunció el Fondo de Lucha contra la Corrupción, la organización fundada por Navalny.

«No se nos da acceso a él, nos dicen que está durmiendo», había dicho en Twitter durante la noche Viatcheslav Guimadi, director legal del FBK.

El servicio penitenciario había advertido el jueves que Navalny sería arrestado a su regreso por violar el control judicial que se le había impuesto como parte de una sentencia de cinco años de prisión suspendida por malversación de fondos, que el oponente considera que tiene motivación política.

Desde finales de diciembre también es objeto de una nueva investigación de fraude por sospechas de haber gastado 356 millones de rublos (3,9 millones de euros; 4,8 millones de dólares) en donaciones para su uso personal.

Su regreso el domingo resultó convulso. La policía antidisturbios detuvo a docenas de sus seguidores que lo recibieron en el aeropuerto de Vnukovo. Luego el avión de Navalny, acompañado por muchos periodistas, fue desviado en el último minuto a Sheremétievo.

Su arresto y separación de su esposa Yulia en el control de pasaportes tuvo lugar bajo la mirada de numerosas cámaras.


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