La primera ministra británica, Theresa May, consideró este viernes que las negociaciones mantenidas con el Partido Laborista no han prosperado debido a la ausencia de “una posición común” dentro de esa formación sobre el brexit.

Durante un acto electoral celebrado en Bristol (suroeste de Inglaterra), la “premier” aludió al término de las conversaciones con el partido opositor después de que su líder, Jeremy Corbyn, las diera por zanjadas sin haber logrado un acuerdo.

May dijo que los conservadores y el principal partido de la oposición no han podido “superar el hecho de que no hay una posición común dentro del laborismo sobre si quieren ejecutar el brexit o celebrar un segundo referendo que lo pueda revertir”. Esa ausencia de consenso en el seno de la formación opositora hizo, dijo la dirigente conservadora, que las conversaciones entre ambos grupos fueran “difíciles”.

Desde Downing Street, también un portavoz oficial indicó que “la unión aduanera y la celebración de un segundo referendo” habían sido asuntos “muy desafiantes” en los contactos con los laboristas. La misma fuente remarcó, no obstante, que se había realizado “un verdadero progreso en algunos temas, como los derechos de los trabajadores y la protección medioambiental” para añadir que “está claro” que no se va a poder “alcanzar un acuerdo completo”.

El Ejecutivo no tiene planeado mantener nuevas reuniones con la oposición, pues “quedó claro anoche que las conversaciones no iban a llegar a ninguna conclusión”, confirmó la fuente.

Corbyn manifestó hoy en una carta abierta dirigida a la primera ministra que no tiene sentido continuar los encuentros ante la “inestabilidad” de la formación en el poder, que dificulta llegar a un pacto. May y el dirigente izquierdista comenzaron a negociar hace seis semanas en un intento por lograr un tratado del brexit que pudiera superar el trámite parlamentario, después de que el consensuado con Bruselas fuera rechazado tres veces por la Cámara de los Comunes. Este fracaso se conoce después de que la jefe del Ejecutivo aceptó este jueves acordar un calendario para su retirada del poder, una vez que los diputados tengan la oportunidad de votar por cuarta vez el acuerdo del brexit en la semana que empieza el lunes 3 de junio.

El Reino Unido tenía previsto haber salido de la UE el pasado 29 de marzo, pero retrasó la desconexión hasta el próximo 31 de octubre por el rechazo del Parlamento al acuerdo. Los laboristas son partidarios de una unión aduanera permanente con la UE, algo a lo que el gobierno se opone por considerar que imposibilitaría al Reino Unido negociar acuerdos comerciales con terceros países.  


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