darién
Foto de referencia | Los Ángeles Times

«De esa selva solo sale el que tiene suerte», dijo Karla del Carmen Pérez Ruiz, una venezolana que decidió adentrarse al Darién, conocida por dividir la frontera entre Colombia y Panamá, con sus dos hijos y una hermana, pero uno de ellos falleció en el trayecto.

La madre venezolana contó al medio web El Venezolano Panamá que su hija menor, de 10 años de edad, Hellen Rodríguez Pérez, murió ahogada tras ser arrastrada por un río. Su cuerpo fue recuperado en la zona de Tacartí, según informó el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá.

Pese a la situación, la mujer decidió seguir el viaje acompañada de su otro hijo, de 13 años, y de su hermana, de 19 años.

“Llegamos hasta esa selva del terror convencidos de que unos guías que nos recomendaron nos iban a ayudar, pero nada que ver. Esa gente no te acompaña ni siquiera hasta la mitad de trayecto. Apenas pagas, te dejan botados», dijo Pérez.

Y añadió: «De esa selva solo sale el que tiene suerte; de resto, uno lo que ve es muertos, asaltos, personas armadas. Es una pesadilla».

La venezolana contó que habían migrado de Venezuela a Colombia. Allí estuvieron por ocho años, pero decidió realizar esta travesía para migrar a Estados Unidos en busca de un mejor futuro para su familia.

«Ya Colombia está como Venezuela. Es muy difícil conseguir trabajo y es prácticamente lo que estábamos viviendo en nuestro país. Y la verdad, uno siempre quiere algo mejor», expresó.

El Tapón del Darién, un trayecto de 266 kilómetros de selva espesa e inhóspita, ha sido durante décadas una ruta de migración irregular pese a los peligros que entraña, tanto por su entorno salvaje como por la presencia grupos armados.

Los migrantes atestiguan que algunos mueren ahogados en los ríos, por accidentes o por enfermar durante el trayecto, en el que también son objeto de violencia sexual y robos, a veces con víctimas mortales como el niño venezolano de 6 años de edad baleado la semana pasada por bandoleros durante un asalto.

Según datos aportados a Efe por el Senafront, en lo que va del año han muerto al menos 26 migrantes en el Darién, la mayoría ahogados.


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