Emmanuel Macron ha visto un espacio vacío y ha decidido ocuparlo. Hispanoamérica es esa zona abandonada por España donde Francia está dispuesta a meter la cabeza, las manos y el cuerpo entero.
El presidente galo se erigió en París, durante la última reunión del Foro de París, en intermediario de una posible negociación entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro, presidió una mini cumbre con sus homólogos de Colombia, Gustavo Petro y de Argentina, Alberto Fernández que, en rigor, sirvió para blanquear la figura del dictador venezolano.
Ahora, Macron tiene «la firme intención» de realizar su primer viaje oficial a la región en 2023, según fuentes diplomáticas citadas por EFE.
A Macron le ha entrado el entusiasmo por Sudamérica por primera vez desde que aterrizase en el Palacio del Eliseo en 2017. Desde entonces, la única ciudad del continente que visitó fue Buenos Aires y lo hizo con motivo la cumbre del G20 de 2018, que organizó el gobierno de Mauricio Macri.
Macron aspira a convertirse en la nueva estrella europea en Sudamérica
El cambio de ciclo en la región, sumado a que el francés anda en horas bajas en popularidad, le ha llevado a enfocarse en una nueva agenda internacional con acento hispano.
Con el camino despejado por el liderazgo abandonado por el gobierno de España, Macron aspira a convertirse en la nueva estrella europea a ojos de los presidentes de izquierda con los que ha sido capaz de establecer buena sintonía. Entre ellos, Gabriel Boric en Chile; Gustavo Petro en Colombia; el alicaído Alberto Fernández y Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil.
«El presidente (Macron) tiene la firme intención de visitar América Latina en 2023, pero no podemos precisar ni el lugar ni la fecha. Hay varias propuestas encima de la mesa», confiaron a EFE las fuentes mencionadas.
Hay varias fechas que podría facilitar ese salto al otro lado del Atlántico. La cumbre en 2023 que anunció Petro para forjar una alianza con el fin de proteger la Amazonía y la toma de posesión de Lula da Silva el 1 de enero de 2023.
La renovada apuesta del presidente francés por la región tiene mucho que ver con la discutida victoria de Lula. Con Jair Bolsonaro había una incompatibilidad de caracteres, de forma y de fondo. Los asuntos medioambientales que tanto le interesan al francés, el brasileño los desprecia.
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Francia, con choques permanentes con Brasil en las negociaciones del acuerdo UE Mercosur, esta vez no cuestionará la soberanía del mayor bosque tropical del mundo, con la idea de declararlo un bien público universal, pues ha entendido que es un asunto que hiere sensibilidades tanto en la derecha como en la izquierda de Brasil (70% de la Amazonía está en territorio brasileño), recuerda EFE.
Principal motor económico del Mercosur, el gigante sudamericano tendrá una voz de peso en la futura relación del grupo con la UE, sobre la que pesa el acuerdo de asociación entre ambos bloques, que sigue sin ratificarse desde su firma en 2019.
Aunque esa negociación dependerá en gran medida del levantamiento de las sanciones petroleras de Estados Unidos contra Venezuela, la reanudación de las conversaciones en México que se anunciará oficialmente esta tarde es «compleja», pero será definitiva para saber cómo se sincroniza el GPS de la región, dónde queda Francia y desde dónde mira esos toros el gobierno de España.