Lula
Foto: Archivo

El presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva consideró «urgente y sumamente necesario» que el Mercosur cierre un acuerdo con la Unión Europea, antes de negociar un tratado con China, durante una visita a Uruguay, país que avanza por su cuenta tratativas comerciales con Pekín.

«Es urgente y sumamente necesario que el Mercosur haga un acuerdo con la UE», exhortó Lula tras reunirse con su par uruguayo Luis Lacalle Pou.

«Vamos a intensificar nuestras discusiones con la UE y firmar ese acuerdo para que podamos discutir enseguida un acuerdo entre China y Mercosur. Creo que es posible», agregó el visitante, que llegó a la residencia presidencial acompañado de su esposa Rosangela.

Uruguay inició negociaciones con Pekín y pidió el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de sus socios del Mercosur, generando tensiones y advertencias de Brasil, Argentina y Paraguay acerca de que el bloque podría resquebrajarse.

Mayor flexibilidad al Mercosur

No obstante, Lacalle Pou fue claro al señalar que «nosotros pertenecemos al Mercosur y tenemos esa vocación incambiada».

«A nadie escapa el peso económico, demográfico de Brasil (…) y si hay una decisión del presidente Lula en avanzar con China, nosotros podemos avanzar», destacó.

«Uruguay tiene su diálogo con China» y «Brasil seguramente profundice otros caminos, y nos juntaremos y diremos (…) Uruguay se pliega», agregó.

Montevideo reclama desde hace años mayor flexibilidad al Mercosur, así como apertura comercial, reclamo que Lula consideró «más que justo».

«Es justo querer producir más y querer vender más. Por eso es importante una apertura», señaló, al tiempo que dijo estar «totalmente de acuerdo» con renovar al Mercosur «todo lo que sea necesario».

«Disneylandia»

Pese a que Lacalle Pou dijo que la reunión con Lula le generó «optimismo», las tensiones en el seno del bloque están instaladas.

Los socios han dejado claro que la postura uruguaya de impulsar acuerdos con terceros viola los estatutos fundacionales del Mercosur, creado en 1991, y llegaron a amenazar a Montevideo con medidas jurídicas y comerciales.

Uruguay considera que Argentina y Brasil ya han adoptado medidas bilaterales dentro del bloque como reducciones del Arancel Externo Común y sostiene que otros postulados fundacionales, como constituir una unión aduanera o un mercado común, no se han cumplido.

Lacalle Pou recordó en rueda de prensa en Buenos Aires que «la definición» de abrir el comercio de su país a terceros fue adoptada en Uruguay hace varios gobiernos.

El lunes, el ministro argentino de Economía, Sergio Massa, junto a su par brasileño Fernando Haddad, dijo que «Uruguay es uno de los hermanos menores del Mercosur y Brasil y Argentina tienen la responsabilidad de cuidarlo como a todo hermano menor».

Consultado sobre esta afirmación, Lacalle Pou respondió que la visión planteada desde la otra orilla del Río de la Plata «parece Disneylandia».

Respaldo a la oposición

Tras el encuentro con Lacalle Pou, Lula se dirigió a un encuentro con la intendenta (alcaldesa) de Montevideo, Carolina Cosse, una de las principales figuras del opositor Frente Amplio (FA).

El brasileño recibirá una medalla por su contribución al medioambiente de manos de Cosse, en un acto público desde un balcón de la Intendencia, en la céntrica avenida 18 de julio.

La coalición de izquierdas FA, que estuvo en el poder durante 15 años bajo las presidencias de Tabaré Vázquez (2005-2010, 2015-2020) y José Mujica (2010-2015), convocó a sus militantes para que asistan a la explanada municipal a saludar a Lula «en defensa de la democracia y la integración latinoamericana».

Más de 3.000 personas se habían congregado para esperarlo Lula portando banderas del Partido de los Trabajadores (PT) del mandatario visitante y del FA, que se agitaban al son de batucadas brasileñas.

Luego Lula se encontrará con su amigo Mujica en la chacra del exmandatario en Rincón del Cerro.

Las citas con referentes frenteamplistas generaron incomodidad en algunos integrantes del gobierno, al ser vistas como un fuerte respaldo a la oposición en un año preelectoral.

«Representa un acto de política interna al establecerse una preferencia clara sobre un determinado partido político del país», opinó el expresidente Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000) en declaraciones al diario local El País.

Sanguinetti fue parte de la comitiva uruguaya en la asunción de Lula en Brasilia el 1 de enero junto a Lacalle y Mujica, en un gesto de convivencia republicana muy elogiado tanto en el país como en el exterior.


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