El Líbano, en duelo por dos mortíferas explosiones en el puerto de Beirut, vive la peor crisis económica en décadas, con disputas políticas e inéditas protestas sociales.
Estas son los principales acontecimientos en este país de Oriente Medio desde 2005:
Asesinato de Rafic Hariri
El 14 de febrero de 2005, el exprimer ministro Rafic Hariri, en la oposición, es asesinado en un atentado en Beirut que dejó en total 22 muertos y más de 220 heridos, llevado a cabo por un kamizake que hizo estallar una camioneta bomba al paso de un convoy blindado.
La oposición adjudica la responsabilidad de los atentados «a los poderes libanés y sirio», y reclama la retirada de las tropas de este país vecino.
El 26 de abril, los últimos soldados sirios parten del Líbano tras 29 de presencia, bajo la presión de la ira popular, la oposición y la comunidad internacional. Los efectivos sirios habían llegado a ser 40.000 hombres.
Se crea un Tribunal Especial para Líbano, a cargo de investigar el asesinato de Hariri y otras personalidades opuestas a Damasco.
Apoyado por la ONU y con sede en La Haya, este tribunal debe dar este viernes su veredicto en el proceso contra cuatro hombres, todos presuntos miembros del movimiento chiita Hezbolá, acusados de haber participado en el asesinato.
El Hezbolá, que ha negado cualquier responsabilidad, no quiso entregar a los sospechosos a pesar de varias órdenes de detención emitidas por el TSL.
Conflicto Israel-Hezbolá
El 12 de julio de 2006 comienza un conflicto entre Israel y el Hezbolá, tras la captura de dos soldados israelíes.
La guerra deja en 34 días cerca de 1.400 muertos, de los cuales 1.200 del lado libanés, en su mayoría civiles.
Hezbolá en el gobierno
En mayo de 2008, se producen enfrentamientos entre Hezbolá y sus aliados con los partidarios del gobierno nacido de la mayoría antisiria. El saldo es de 100 muertos en una semana.
En julio, el país se dota de un gobierno de unidad, en el que Hezbolá y sus aliados tienen derecho de veto.
En junio de 2009, el bando antisirio gana las legislativas y Saad Hariri, hijo de Rafic, es nombrado primer ministro. Recién logra formar su gobierno en noviembre, tras meses de bloqueo con Hezbolá.
En enero de 2011, la coalición se derrumba. En junio, se forma un nuevo gobierno, dominado por Hezbolá y sus aliados.
Envuelto en el conflicto sirio
A fines de abril de 2013, el jefe del Hezbolá Hasan Nasralá reconoce la participación de sus tropas junto a las del gobierno de Damasco. El movimiento, que recibe ayuda militar y financiera de Irán, envía miles de combatientes para ayudar al régimen de Bashar Al Asad.
Varios sangrientos atentados sacuden bastiones del Hezbolá en Líbano.
Hezbolá reforzado
A fines de octubre de 2016, el exgeneral Michel Aoun se convierte en presidente gracias al apoyo, entre otros, de Hezbolá. Saad Hariri vuelve a ser primer ministro.
En mayo de 2018, Hezbolá y sus aliados dominan las legislativas. El partido de Saad Hariri pierde un tercio de sus bancas, pero a pesar de esto se le encarga formar un nuevo gobierno.
Las negociaciones se dilatan y Saad Hariri responsabiliza por ello a Hezbolá. El nuevo gobierno es anunciada a fines de enero de 2019.
Protesta inédita
A fines de septiembre, cientos de manifestantes denuncian en Beirut la situación económica, en medio de temores sobre la estabilidad de la libra libanesa.
El 17 de octubre, la ira popular explota tras el anuncio de un nuevo impuesto para los llamados a través de la mensajería WhatsApp. La rápida anulación de la medida no impide que la protesta se extienda por todos el país.
La movilización culmina con cientos de miles de manifestantes que reclaman la renovación de toda la clase política, que casi no ha cambiado desde hace décadas y a la cual se acusa de corrupción.
Debacle económica
El 19 de diciembre, el universitario Hassan Diab es nombrado primer ministro para reemplazar a Saad Hariri, forzado a renunciar a fines de octubre.
El 21 de enero de 2020, Líbano se dota de un gobierno, formado por Hezbolá y sus aliados, que son mayoría en el gobierno.
A fines de abril, el país, en cesación de pagos, adopta un plan de reactivación y promete reformas. Pero las negociaciones, iniciadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener una crucial ayuda para la población y restablecer la confianza con los acreedores, se encuentran desde entonces paralizadas.