ecuatorianos toque de queda
Foto EFE

A pie o aglutinados en las tolvas de las camionetas, los ecuatorianos desafiaron este domingo el toque de queda decretado en la víspera por el Gobierno y volvieron a salir a las calles de Quito para manifestarse.

Desde temprano los manifestantes regresaron a El Arbolito, llegados desde distintas partes de la periferia de la ciudad ante la indignación por la represión a las protestas; que dejaron hasta ahora 7 muertos y más de 1.100 heridos tras 10 días de conflicto.

Las pintadas mezclan mensajes de resistencia con insultos a Moreno, algunos con fina creatividad como uno con la sigla FMI que decía «Fuera Moreno Inepto», en lugar de Fondo Monetario Internacional; al que culpan de las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno para un préstamo de 4.200 millones de dólares.

«¿Cómo nos vamos a quedar en casa cuando nuestros hermanos indígenas están batallando y muriendo por nuestra gente? Tenemos que salir aunque nos muramos de hambre», afirmaron lo ecuatorianos al no respetar el toque de queda.

Giovanni Padilla es dueño de un restaurante que desde hace casi dos semanas solo tiene como clientes a los policías que custodian uno de los cercos para proteger Carondelet, el palacio de Gobierno.

«Esto es un caos por ahora. Estoy de acuerdo con el toque de queda para que esto se normalice, porque en estos días hay muchos malandros que especialmente quieren ingresar a nuestros locales», relató Padilla.

De vuelta a El Arbolito, el humo aún seguía emanando de la sede de la Contraloría, que el sábado, en el día más cruento de las protestas, se asaltó por manifestantes y prendida en llamas.


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