Myanmar
En esta foto de archivo tomada el 26 de febrero de 2021, la policía marcha con un residente arrestado durante una represión contra los manifestantes que realizaban manifestaciones contra el golpe militar en Yangon. Foto: STR / AFP

La enviada especial del secretario general de las Naciones Unidas en Myanmar, Noeleen Heyzer, destacó hoy áreas clave para acciones concretas donde una mayor unidad regional e internacional puede apoyar un proceso liderado por Myanmar para poner fin a la violencia y el sufrimiento y ayudar a Myanmar a regresar al camino de la democracia guiada por la voluntad del pueblo. En su llamado urgente, la enviada especial se centró en la ayuda humanitaria sin discriminación y a través de todos los canales disponibles, una posición unificada sobre los planes militares para las elecciones y la protección de los civiles, incluidas las personas dentro de Myanmar y los refugiados.

En los últimos dos años, la interrupción militar de la transición democrática de Myanmar ha infligido un enorme daño al país y al pueblo, y condujo a una crisis multidimensional que abarcó graves consecuencias humanitarias, socioeconómicas y de derechos humanos con graves ramificaciones regionales. A finales del año pasado, 15,2 millones de personas padecían inseguridad alimentaria, más de 1,5 millones de desplazados internos y unas 34.000 estructuras civiles habían sido destruidas desde el golpe militar. El pueblo rohingya en los campos de refugiados y los que permanecen en el país, así como otras comunidades marginadas, corren un mayor riesgo, ya que 2022 marcará uno de los años más mortíferos para las personas obligadas a emprender peligrosos viajes por mar.

Solidaridad con Myanmar

La enviada especial renovó la solidaridad de las Naciones Unidas con el pueblo de Myanmar y la necesidad de protección de todas las comunidades, que el secretario general de las Naciones Unidas reforzó en su reciente declaración. Reiteró la preocupación del secretario general con respecto a la intención declarada de los militares de realizar elecciones, lo que amenaza con empeorar la violencia y la inestabilidad en ausencia de un diálogo político inclusivo y condiciones que permitan a los ciudadanos ejercer libremente sus derechos políticos sin miedo ni intimidación.

La enviada especial hace un llamado urgente a una mayor unidad y compromiso entre la comunidad internacional en tres áreas clave:

  1. En primer lugar, la comunidad internacional, y en particular los donantes y los vecinos de Myanmar, deben unirse a los actores humanitarios, incluidas las redes humanitarias locales, para ampliar la asistencia que se necesita con urgencia a todos aquellos que la necesitan sin discriminación y a través de todos los canales disponibles. Un compromiso para aumentar los niveles de ayuda transfronteriza, junto con reglas bancarias y de informes más flexibles, facilitará el apoyo humanitario a las personas más necesitadas.
  2. En segundo lugar, la comunidad internacional debe forjar una posición unificada más fuerte con respecto a las elecciones militares potenciales que alimentarán una mayor violencia, prolongarán el conflicto y dificultarán el retorno a la democracia y la estabilidad.
  3. En tercer lugar, la comunidad internacional debe implementar medidas para aumentar la protección de los civiles dentro de Myanmar, así como de los refugiados de Myanmar en la región en general. Tales medidas podrían incluir un mecanismo de monitoreo en el terreno como parte de la implementación del Consenso de Cinco Puntos de la ASEAN y su compromiso de detener la violencia en Myanmar, y marcos regionales para la protección de refugiados y personas desplazadas por la fuerza.

“Es inconcebible que quienes perpetren daños a sus propios ciudadanos puedan iniciar cualquier forma de transición pacífica y democrática”, dijo el enviado especial Heyzer. “La violencia tiene que cesar, incluidos los bombardeos aéreos y la quema de infraestructura civil junto con los continuos arrestos militares de líderes políticos, actores de la sociedad civil y periodistas”.

Guiada por sus consultas en curso con mujeres y jóvenes, líderes étnicos, políticos y comunitarios, y representantes de refugiados, la enviada especial se centra en las siguientes cuatro áreas: un Foro Humanitario Inclusivo; ampliar el acceso a la educación para los refugiados rohingya y las comunidades de acogida; marcos regionales para la protección de refugiados y personas desplazadas por la fuerza; y el avance de la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad en Myanmar.

Con información de nota de prensa.

Contacto de prensa: Jeremy Walden-Schertz, Oficial de Medios y Comunicaciones, [email protected]


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