Lava Jato Paraguay
Foto archivo

La Operación Lava Jato, en la que se investiga el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, golpeó a Paraguay con un pedido de prisión contra el ex presidente Horacio Cartes.

El ex jefe de Estado es acusado de participar en una red delictiva transnacional dedicada al lavado de dinero.

El juez de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, emitió este martes una orden de prisión preventiva de Cartes a pedido de la Fiscalía.

Esta también sembró sospechas de corrupción sobre Juan Ernesto Villamayor, jefe del Gabinete Civil de Paraguay, considerado el brazo derecho del actual presidente Mario Abdo Benítez.

Las autoridades de Brasil, que empezaron a seguir este caso a mediados de 2018, informaron que incluyeron el nombre del ex mandatario paraguayo en la lista roja de la Interpol.

No obstante, la delegación paraguaya de esa institución asegura no haber recibido aún ninguna orden de arresto.

Los investigadores señalaron que la principal acusación contra Cartes es que ayudó a Darío Messer a huir de la justicia y a ocultar su vasto patrimonio. Messer es considerado como el principal cambista de Brasil y se encuentra detenido en Sao Paulo.

«La participación del ex presidente de Paraguay está bastante clara. Como mínimo, como alguien que financió una organización delictiva en un determinado momento», señaló el fiscal José Augusto Vagos.

Messer, por su parte, es señalado como el presunto líder de una red dedicada principalmente al lavado de dinero y la evasión de divisas. Esta red movió, a lo largo de los últimos años, 1.600 millones de dólares en 52 países mediante alrededor de 3.000 empresas offshore.

El Ministerio Público de Brasil también sospecha que esos recursos pudieron servir para financiar crímenes como contrabando de cigarros, tráfico de drogas y tráfico de armas.

Messer, el hermano del alma

Así se refería Cartes al cambista brasileño, según la Fiscalía de Brasil, que asegura que a ambos les unía un vínculo muy fuerte.

«Las familias Messer y Cartes hacen negocios desde los años ochenta», afirmaron los fiscales de la Lava Jato.

Asimismo, explicaron que la detención de Cartes es esencial por los graves riesgos que implica para el orden público ante la contemporaneidad y gravedad de los delitos investigados.

Justificaron su prisión como la única forma de interrumpir los delitos de lavado de dinero ya comprobados. También para erradicar de forma definitiva esa organización transnacional.

Las pesquisas indican que Messer pidió al entonces presidente de Paraguay la suma de 500.000 dólares para poder mantenerse oculto de la justicia. El pago se realizó y, según los investigadores, hay elementos que indican que ese apoyo continuó una vez que dejó el poder.

Cartes es parte del núcleo político del brazo paraguayo de una organización en la que también figuran otros empresarios. Entre ellos, la familia Mota, posiblemente vinculada al contrabando de cigarros y al tráfico de drogas y armas en Paraguay, afirmó la Lava Jato.

Las sospechas contra Cartes eran conocidas en Paraguay, donde una comisión parlamentaria recomendó a la Fiscalía investigarlo a él y a otras 16 personas. Entre ellas, miembros de su gabinete por los negocios de Messer en Paraguay.

Messer llamaba al también senador vitalicio «patrón», por lo que las autoridades brasileñas bautizaron la operación con ese nombre. Las pesquisas cumplen con 20 mandatos de prisión en Brasil y en el exterior, uno de ellos el del ex gobernante.

El cambista residió en Paraguay y adquirió la nacionalidad de ese país en 2017, pero la justicia se la retiró un año después cuando empezaron a surgir las investigaciones en su contra.

Desde mayo de 2018 y hasta su detención estuvo prófugo en Paraguay y Brasil, donde fue finalmente detenido.

Sospechas contra el jefe de gabinete de Abdo Benítez

La Lava Jato implicó, asimismo, en la trama corrupta de Messer a Juan Ernesto Villamayor, actual jefe del Gabinete Civil de Paraguay, quien supuestamente recibió sobornos a cambio de interferir para negar posibles pedidos de extradición procedentes de Brasil.

No obstante, contra Villamayor no pesa ninguna orden de prisión.

La Fiscalía defiende que la abogada Leticia Bóbeda, que en su día defendió a Messer, mantuvo contactos con Villamayor, quien, según apuntan las pruebas recogidas, habría solicitado una cuantía de dos millones de dólares a cambio de usar su influencia para que se negase un posible pedido de extradición contra Messer.

La fiscal brasileña Marisa Ferrari mencionó un pago de 600.000 dólares a Villamayor a cambio de influir contra la extradición de otro criminal brasileño, a quien efectivamente se le negó la extradición.

Un proceso largo para cumplir con la orden de arresto

El jefe de Interpol Paraguay, el comisario Wilberto Sánchez, dijo a Efe que no ha llegado la notificación roja contra Cartes.

«En este caso, Brasil sería el requerente. Un juzgado de Brasil tiene que emitir el pedido a la oficina central en Brasilia y esta, a su vez, pone en conocimiento de la secretaria general ese pedido, en donde posterior a un estudio se emite a través de los canales de la Interpol», explicó el comisario.

Una vez que  llegue la notificación, se derivará a la Fiscalía de Asuntos Internacionales. Luego se solicitaría el arresto a un juzgado de Asunción con fines de extradición.


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