Cientos de personas rechazaron este sábado el movimiento de la supremacía blanca y el odio contra la comunidad latina en una protesta organizada en la ciudad fronteriza de El Paso (Texas, Estados Unidos), sitio en el que hace una semana ocurrió un tiroteo que acabó con la vida de 22 personas e hirió a otras 24.

“Es un momento muy trágico y emocionante para nosotros aquí en Estados Unidos y en El Paso. El racismo, la supremacía blanca y el fanatismo no tienen cabida en nuestras comunidades. ¡Ya basta!”, exclamó Domingo García, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, después de la manifestación.

Este grupo, la organización hispana más antigua del país, fue el encargado de organizar en El Paso la manifestación “Marcha por unos Estados Unidos unidos”, a la que asistieron alrededor de 400 personas, informó Lulac a Efe.

La protesta ocurrió un día después de que se diera a conocer que el autor del tiroteo en El Paso, fronterizo con México, confesó a la policía cuando fue detenido que su objetivo era matar a «mexicanos».

El supuesto responsable del ataque, Patrick Crusius, de 21 años de edad, dijo a la policía que él fue quien abrió fuego contra una multitud en una tienda Walmart de El Paso a la que suelen acudir a comprar muchos mexicanos que cruzan el linde.

Crusius condujo casi diez horas -desde la ciudad de Allen hasta El Paso- para cometer la matanza en ese supermercado y supuestamente publicó un manifiesto en Internet en el que aseguró que el ataque era una «respuesta a la invasión hispana de Texas».

“Lulac considera el tiroteo un ataque terrorista (en el país) contra los latinos y culpa al presidente Donald Trump por alimentar deliberadamente la violencia de la supremacía blanca y antinmigrante”, apuntó la organización en un comunicado.

A la protesta se sumaron otros grupos latinos y políticos, como uno de los candidatos demócratas a la Presidencia de Estados Unidos, Beto O’Rourke, nacido en El Paso.

O’Rourke, quien este sábado tildó el tiroteo de “acto de terror violento y racista”, celebró que la comunidad se haya mantenido «unida» después del ataque sufrido el sábado pasado.

“Todos nosotros hemos decidido levantarnos y demostrar al mundo quiénes somos y que el odio no tiene cabida aquí”, afirmó en una breve intervención posterior a la protesta por las calles de la ciudad.

O’Rourke subrayó, a su vez, la hermandad existente entre El Paso y la ciudad al otro lado del Río Bravo, la mexicana Ciudad Juárez, y sus tres millones de habitantes en total.

Otro de los asistentes a la manifestación fue el senador estatal de Texas, José Rodríguez, quien también lamentó el tiroteo y explicó que está trabajando para presentar medidas legislativas en el Congreso de su estado a fin de endurecer el acceso a las armas y castigar «aún más» el racismo y la supremacía blanca.


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