tráfico de personas
Ilustración Ani Cortés

La llegada masiva de migrantes, en su mayoría de origen venezolano al estado de Chihuahua, particularmente a Ciudad Juárez, ha encendido una alerta entre las autoridades, debido a que las bandas del crimen organizado se disputan ahora el tráfico de personas.

En días recientes, Jesús Manuel Carrasco Chacón, fiscal del Distrito Zona Norte, comentó que lo remunerable que se ha convertido el cruzar personas hacia Estados Unidos, ha generado que los grupos delictivos tengan o busquen el control de ese crimen.

«No se tenía como tal relacionado con esta actividad a grupos en particular. El tránsito de migrantes ha sido una constante por muchos años en esta ciudad, donde personas afines a grupos delictivos o no, se han dedicado a esto y desafortunadamente lo remunerable que se ha convertido esta actividad ilícita ha generado la intención de los grupos delictivos de querer acapararlo», detalló el fiscal en Ciudad Juárez.

A su vez, destacó que la disputa del trasiego de personas a Estados Unidos ha sido en cierta manera algo novedoso y que se tiene poco de haber identificado: «Esta situación viene a ser de cierta manera novedosa, es algo que tenemos poco de identificar, no propiamente el tránsito o tráfico de personas o acompañamiento de personas que buscan llegar a Estados Unidos, sino el hecho de que ya la delincuencia esté tratando de tomar las riendas de la conducción de migrantes hacia Estados Unidos por lo remunerable que es el delito».

Venden todo por llegar a la frontera

Con la llegada de más de 1.000 migrantes venezolanos que han estado varados en esta frontera en espera de cruzar a El Paso, Texas, los testimonios de abusos y altos costos que han pagado a los traficantes de personas se incrementaron.

Kendren es de los miles de venezolanos que llegaron en las últimas semanas a Juárez. Para llegar allí pagó más de 3.000 dólares, por lo cual vendió todas las pertenencias que tenía en Venezuela.

Con la llegada de más de 1.000 migrantes venezolanos que han estado varados en esta frontera en espera de cruzar a El Paso, Texas, los testimonios de abusos y altos costos que han pagado a los traficantes de personas se incrementaron.

«Lo más difícil de ser migrante es el vender todo, dejar todo atrás por un futuro mejor para ti. Cuando vienes en el viaje te pasan infinidad de cosas que te hacen toparte no sólo contra el muro, sino contra la inseguridad, el abuso, porque nos ven migrantes, nos ven como una carne fresca», relató frente al río Bravo.

De acuerdo con lo que explicó a EL UNIVERSAL, México ha sido el país en el que más han sufrido, porque no solo ha sido el andar por ríos, selvas y largas caminatas para llegar a la frontera, sino el también torear a la inseguridad y pagar los buses o camiones que los llevaron.

«Ni en la selva nos pegó tan duro como México. La migración, la policía, meternos por montañas para bordear porque nos maltratan, aun con el permiso te maltratan igual. Ayer cuando veníamos en tres buses en caravana, nos pararon y no sé qué problema habrá pasado y en uno de los buses nos bajaron y llenaron dos combis de migrantes y así es como la pasamos hasta llegar acá. Yo pague casi 3.000 dólares, hay quienes pagan más, otros que vienen sin nada en aventones, pero todos dejamos todo por estar acá», resaltó el hombre de 35 años y quien por miedo decidió no dar sus apellidos.

A la par de la llegada de venezolanos, existen decenas de migrantes que siguen siendo rescatados por las autoridades en Ciudad Juárez de casas de seguridad donde los tienen los presuntos traficantes de personas.

Por ejemplo, el 11 de noviembre, elementos de la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas rescataron a dos mujeres y a un hombre colombianos, quienes se encontraban privados de la libertad en Ciudad Juárez.

Sin estadísticas ni denuncias

De acuerdo con los testimonios de migrantes y autoridades, señalaron que los traficantes de personas operan de la siguiente manera: se ponen en contacto con ellos, en algunos casos desde su lugar de origen y en otros al llegar a México, en donde pagan como mínimo 3.000 dólares para ser trasladados hasta la frontera, en este caso Ciudad Juárez.

Al llegar a esta localidad en algunas ocasiones llegan a ser resguardados en casas de seguridad, donde los traficantes solicitan dinero a sus familiares para poderlos liberar, de acuerdo con autoridades consultadas.

Pese a ello, no existen denuncias ni datos oficiales de cuántos migrantes llegan a ser víctimas de este delito en su tránsito por esta localidad, señaló Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo Estatal de Población (Coespo) y del Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM).

«Estos delitos, como otros de los que son víctimas los migrantes, como lo es la extorsión, secuestro, trata en modalidad de explotación y demás, nos preocupa y además nos ocupa. Desde luego, entre más personas vemos aquí sabemos que son desafortunadamente vulnerables a la actuación de quienes se dedican a la trata y tráfico de personas».

Explicó que los migrantes no identifican en muchos de los casos que están siendo víctimas de tráfico de personas, porque en algunos llegan a entablar una relación cercana con quienes con engaños les aseguran que los cruzarán a Estados Unidos.

«Ellos de alguna manera en lugar de tener identificado a quien los trae hasta acá como un delincuente, lo identifican como un prestador de servicios con quien incluso desarrollan cierta cercanía, y desafortunadamente por eso es complicado tener a quienes puedan denunciar a alguna persona que se dedica a esta actividad», aseguró Enrique Valenzuela.

Por ello, aunque en Juárez existe un incremento en cuanto a la llegada de personas migrantes, no solo de Venezuela sino de otros países, no existen denuncias, ni se tiene conocimiento en sí de cuántas personas están siendo víctimas de esta situación.

«De quienes esperan aquí no hemos tenido algún señalamiento, esto no significa que no esté ocurriendo, porque la misma gente cuando recibe algún ofrecimiento de este tipo, o incluso hace un trato de este tipo, no es fácil que vayan a decirlo a la autoridad, ni tampoco dicen que los timaron o les quitaron cierta cantidad de dinero, porque saben que son parte de un trato en donde se propone una actividad ilícita».

Otro factor intimidante es que los polleros o traficantes de personas ahora forman parte también del crimen organizado e incluso los mismos migrantes llegan a decir que son «personas del cártel» quienes les quitaron dinero.

«Los migrantes tienen temor de denunciar, de pronto les es complicado confiar en la autoridad porque ya antes se dicen haber sido víctimas de toda suerte de dificultades en su tránsito al salir de su país y en México», mencionó Enrique Valenzuela.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!