Alex Saab firmó acuerdo con chávez
Foto Archivo

En revancha por el desplante que personal de un selecto club de la Costa le hizo, al impedirle la entrada y hacer trizas su credencial, el empresario Alex Saab decidió levantar un exótico y lujoso palacete en Barranquilla. Demolió cinco casas en el elegante sector El Golf, importó mármol para sus pisos e instaló dos canchas de tenis con suelo de arcilla, zona húmeda y dispositivos de seguridad.

No sirvió de nada que allegados le pidieran mantener bajo perfil, después de que la fiscal venezolana en el exilio, Luisa Ortega Díaz, lo calificó de testaferro de la fortuna oculta de Nicolás Maduro.

Ese año, 2017, además de terminar el palacete –valorado en 23.000 millones de pesos por autoridades, y en solo 12.000 millones por sus allegados–, Saab siguió ejecutando el millonario contrato de suministro de alimentos para los más pobres de Venezuela, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).

Además, hizo 132 viajes, algunos con el pasaporte diplomático que le dio Antigua y Barbuda, y empezó a amenazar con demanda a quienes lo señalaban.

Negocios

Pero, para ese momento, el selecto club no era el único inquieto por sus polémicos negocios con el régimen venezolano. Agentes de Estados Unidos, oficiales de Israel, la Procuraduría mexicana y autoridades colombianas también empezaron a esculcar sus cuentas y negocios, y se toparon con varias sorpresas que Saab deberá explicar, reseñó El Tiempo.

Hoy, en su contra hay desde un caso por lavado de activos, por 125 millones de dólares, que cursa en Colombia, hasta un proceso por la reventa de alimentos en mal estado, por un 112% de su valor, en la que avanza México.

El pasado 4 de septiembre de 2020, la Fiscalía de Colombia lo acusó a él y a su contador, Devis José Mendoza Lapeira, por presuntas maniobras financieras ilícitas que representaron pérdidas para el Estado y llevaron a aumentar su patrimonio.

El fiscal encargado del caso señaló que Saab era representante legal, miembro de la junta directiva y accionista de la empresa Shatex S. A., firma con la que supuestamente habría acudido a maniobras para «evadir responsabilidades tributarias, aduaneras y dar apariencia de legalidad a un esquema irregular de exportaciones e importaciones».

Además, ya se ordenó la incautación de bienes por 9 millones de dólares, incluido el palacete en Barranquilla.

La Dirección Especializada contra el Lavado, de la Fiscalía, y la Dijín recaudaron la evidencia del caso.

Si bien Saab siempre ha insistido en que no hay nada ilegal detrás de sus negocios en Venezuela y Colombia, sus hermanos, Amir y Luis Alberto, y su exesposa Cynthia Certain Ospina habrían salido del país, cuando el investigador de la Dijín filtró las pesquisas.

Circulares azules

Todos están vinculados a Shatex S. A., empresa de confección de ropa registrada en 1998 por la exesposa de Saab, con un capital de 10 millones de pesos.

Según peritos contables, cuando Saab se convirtió en accionista, en diciembre de 2004, la firma empezó a registrar importaciones de fibra sintética y telas por más de 9.161 millones de pesos. Supuestamente la mercancía procedía de Baréin, Corea del Norte, Taiwán, India, China, Hong Kong y Pakistán.

A la vez, empezó a exportar ropa a Australia, Venezuela y Ecuador por 15.869 millones de pesos. Y a recibir supuestos pagos de mercancía por 16,4 millones de dólares desde Caracas.

Los dólares preferenciales fueron girados luego a cuentas del Citibank y el HSBC de Panamá, al Bank of India y al JP Morgan de Nueva York, al Washington Mutual y hasta al Leumi de Israel.

Y si bien se podría tratar de un próspero surgimiento empresarial, Bancóldex dejó en evidencia que Myer Stoe, una de las firmas australianas a la que Shatex dijo venderle 410 millones de pesos en mercancía, no recibió siquiera una blusa. El hallazgo se hizo tras una transacción de descuento de facturas.

Y como estas, la Fiscalía y la Dijín hallaron decenas de exportaciones. Además, la alteración de la contabilidad de Shatex y evidencia de que estando inactiva fue vendida a Gastón Ureta Ariza en 2014 porque él lograría que el régimen de Venezuela les pagara una jugosa deuda.

¿Para qué quería tantas confecciones Venezuela?

También se encontró la falsificación de la firma del revisor fiscal, Róbinson Díaz, a quien Saab le está pagando abogado, después de que la Fiscalía le imputó concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, exportación o importación ficticia, estafa agravada y lavado. Por esas mismas conductas también fue capturado Devis Mendoza, contador de la firma.

El rastro por Turquía

Y, aunque ambos se declararon inocentes, la Fiscalía espera que empiecen a explicar las exportaciones, así como los préstamos a otras firmas vinculadas a los Saab, entre ellas Jacky Millan Home, Jacadi de Colombia y Saafartex, con la que incluso participaron en licitaciones con el Ejército. El Tiempo estableció que también son chequeadas las panameñas Florida Import & Export, Inversiones Rodime, Rivsa, Venedig Internacional y Techno Energy.

Sin embargo, la Fiscalía tan solo llamó a juicio a Saab y al contador.

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