Cuba convocó este miércoles a comicios municipales el 22 de octubre, lo que pone en marcha el mecanismo que culminará con la salida de Raúl Castro del poder en febrero de 2018, tras unas elecciones a las que grupos opositores quieren presentar candidaturas independientes.

Los diarios estatales cubanos publicaron en portada una nota del Consejo de Estado del país caribeño que especifica que el 22 de octubre se elegirá en primera vuelta a los delegados a las asambleas municipales (concejales), paso previo para el relevo del menor de los Castro, de 86 años.

Sin embargo, aún se desconoce cuándo serán las elecciones provinciales y nacionales.

“La fecha en que tendrán lugar las elecciones para elegir, por un término de cinco años, a los delegados a las asambleas provinciales y a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral), será dispuesta en el momento que corresponda”, concluye el breve texto.

De los miembros de las asambleas municipales (que saldrán de los comicios del 22 de octubre) y provinciales se escogen más de la mitad de los diputados a la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), órgano que a su vez vota para designar al presidente del país.

Es un órgano denominado Comisión Electoral Nacional, también bajo control estatal, el que selecciona a los ya electos concejales y diputados provinciales que optarán en las elecciones generales a un escaño en la Asamblea del Poder Popular.

El resto de los candidatos a diputados nacionales son escogidos de listas propuestas por las organizaciones de masas y sindicales del país, todas oficialistas.

Sin embargo, el proceso electoral cubano podría sufrir cambios ya que está pendiente la aprobación de una nueva Ley Electoral -la actual data de 1992-, anunciada en la prensa estatal a principios de 2015 pero aún sin fecha para ser debatida en el Parlamento.

Para el actual proceso, considerado “histórico” por los disidentes en la isla debido a sus implicaciones para “el futuro de Cuba”, la oposición pretende postular a candidatos independientes que no militen en el Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) o en las organizaciones reconocidas por el Gobierno.

Estos aspirantes están vinculados en su mayoría a plataformas ciudadanas como #Otro18, Cuba Decide, “Un cubano, un voto” o el Movimiento Cristiano de Liberación Nacional.

Según estos movimientos ya habría más de un centenar de personas dispuestas a presentarse como candidatos independientes, aunque muchos de ellos han denunciado acoso y actos de represión por parte de las autoridades cubanas para que no se presenten a los comicios.

Desde la creación, a mediados de la década de 1970, de las asambleas municipales y provinciales, estas serán las primeras elecciones sin el expresidente Fidel Castro, fallecido el pasado noviembre a los 90 años.

Su hermano menor, Raúl, lo sustituyó provisionalmente en el poder en 2006, cuando el líder de la Revolución Cubana delegó en él por una grave enfermedad, tras 47 años al frente de la isla.

Raúl Castro fue formalmente ratificado en la Presidencia de Cuba por la Asamblea Nacional el 28 de febrero de 2008, y en ese momento aseguró que solo ocuparía el cargo durante dos mandatos de cinco años cada uno, afirmación que recordó una vez más durante el más reciente Congreso del Partido Comunista, en abril de 2016.

Aunque deje la Presidencia, se prevé que Castro permanezca hasta el 2021 al frente del PCC, la única formación política legal, que controla las estructuras de poder en el país.

Recientemente la hija del mandatario cubano, Mariela Castro, insistió en que todavía podría haber “sorpresas” en las elecciones, porque todos los cubanos “podían ser candidatos”, pero negó rotundamente que ella aspire a suceder a su padre.

Sin una clara posición oficial, los pronósticos dan como más probable la ascensión del ingeniero informático Miguel Díaz-Canel, de 56 años y designado como vicepresidente primero de la isla por el propio Castro en 2013.

Este relevo institucionalizado ilustra la renovación generacional que propugna Castro en los cargos de dirección del Partido y su Comité Central, a los que puso una edad de acceso tope de 70 y 60 años, respectivamente.

En la actualidad, el país caribeño se encuentra bajo la incertidumbre de cuál será el futuro de la normalización de relaciones con Estados Unidos iniciada en diciembre de 2014, pues se espera que el nuevo presidente de ese país, Donald Trump, anuncie este viernes en Miami cambios en la política de Washington hacia La Habana.

Además, el pasado domingo surgieron especulaciones sobre el “grave estado de salud” de Raúl Castro, publicadas por un grupo disidente desde la isla.

Sin embargo, al día siguiente la televisión estatal difundió imágenes del gobernante cubano juntos al canciller de Luxemburgo, Jean Asselborn, de visita oficial en el país caribeño.


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