La Reserva Nacional Los Ruiles, a cargo de CONAF, se encuentra en la comuna de Chanco, en la región del Maule y dentro de sus límites preserva árboles y arbustos nativos únicos en la región. Su objetivo principal es proteger al Ruil, una especie arbórea endémica en peligro crítico de extinción.

Entre el 7 y el 19 de diciembre se está realizando en Montreal, Canadá, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (COP15) con apoyo de la FAO. Se espera lograr la aprobación del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, en el que se describirá lo que los países tienen que hacer, individual y colectivamente, para conservar, proteger, restablecer y gestionar de forma sostenible la biodiversidad durante los próximos ocho años.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en calidad de entidad observadora, presta apoyo a los Estados Miembros.

Actualmente, la FAO da asistencia a una serie de proyectos en América Latina y el Caribe, para fortalecer el resguardo a la biodiversidad. Los cultivos y los animales domésticos, las especies forestales y acuáticas naturales y cosechadas, y la biodiversidad asociada que se encuentra dentro y alrededor de la producción, es indispensable para la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible y el suministro de muchos servicios ecosistémicos vitales.

FAO en apoyo a la diversidad

América Latina y el Caribe se ubica como una de las regiones con mayor diversidad de ecosistemas en el mundo. Solo América del Sur abarca 21% de la superficie forestal total del mundo. Mientras que de ese total 27% es de bosque primario.

“La biodiversidad es clave para la producción de alimentos, garantiza suelo, servicios ecosistémicos, y resiliencia al cambio climático. Debemos avanzar en incorporar acciones de mantenimiento, mejora y conservación en todos los sistemas productivos”, sostuvo Hivy Ortiz, Coordinadora de la Iniciativa Regional de Agricultura Sostenible y Resiliente de la FAO, para América Latina y el Caribe.

Iniciativas en la región

En la Reserva Forestal Imataca en Venezuela, que comprende un área protegida con más de 3 millones 700 mil hectáreas, se encuentra una región megadiversa. Hay unas 168 especies de mamíferos, 597 de aves, 358 de peces, 119 de reptiles y 76 de anfibios; es, además, territorio ancestral de los indígenas Kariña.

En la localidad se implementa desde el año 2016, un proyecto con enfoque de género junto a la comunidad.

En el sector Caribe de Colombia se desarrolló el proyecto Conexión Biocaribe, en el cual los gobiernos locales, pueblos indígenas y jóvenes, trabajaron con asistencia de la FAO. Durante su labor identificaron y desarrollaron estrategias productivas y ambientales.

Estas se ejecutaron en cinco corredores de conectividad y 11 mosaicos de conservación y uso sostenible; también se construyó una propuesta de valoración en función de la conectividad de áreas protegidas. A la fecha, cerca de dos millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y marinos contribuyeron a la conectividad; asimismo 21 mil hectáreas de nuevas áreas protegidas se declararon en el marco de la contrapartida de socios del proyecto. En total, 1800 familias se involucraron en sistemas productivos y de conservación.

Rescate patrimonial

En Chile, la FAO, junto a la Red de Sistemas Importantes de Patrimonio Agrícola Nacional, el Ministerio de Agricultura de Chile y con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), apoya a 1.162 familias en materia agrícola sostenible; también el rescate de semillas e identificación de prácticas ancestrales.

Además, en este país se desarrolla un proyecto marino costero con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la ejecución del Ministerio del Medio Ambiente en conjunto con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), e implementado por la FAO. Su objetivo central es desarrollar e implementar un sistema de gobernanza que integre, coordine y articule las instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil; siendo su objetivo conservar los ecosistemas marinos costeros.

Del mismo modo Perú, en las regiones de Cusco, Puno, Apurímac, Huancavelica y Arequipa, el proyecto SIPAM, viene conservando 226 cultivares (variedades nativas) de 10 cultivos en riesgo. Este trabajo reúne más de 1.700 familias de 72 Comunidades campesinas.

Áreas protegidas

En Ecuador, el proyecto Paisajes Andinos, ejecutado por la FAO con el apoyo financiero de la Unión Europea, benefició a 1.541 familias.

Estas acciones se enfocaron mayormente en el manejo integrado del paisaje, la conservación y restauración ambiental y buenas prácticas de producción; así garantizan la sostenibilidad de los medios de vida de las comunidades.

Además, junto a Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, la FAO dio apoyo en las áreas protegidas de países amazónicos de la RedParques en el proyecto IAPA Visión Amazónica.


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