El atentado que sufrió el ultraderechista Jair Bolsonaro, que ya es líder en los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil y fue acuchillado en un mitin, lo ayudará a atraer nuevos electores y puede permitirle reducir sus altos índices de rechazo, según los analistas.

De acuerdo con diferentes analistas políticos y financieros, el atentado aumentará la intención de voto del polémico candidato en un primer momento, ya que atraerá apoyos por solidaridad o empatía, y puede reducir el rechazó récord que tiene el ultraderechista y que, según los sondeos, por ahora le hace inviable una victoria en segunda vuelta.

«Aunque sea difícil prever lo que ocurrirá, es plausible que la breve ventana de racionalidad abierta por el aumento del rechazo a Bolsonaro se cierre con la natural simpatía que toda víctima produce», reconoció André Singer, profesor de ciencia política de la Universidad de Sao Paulo (USP) y que fue portavoz en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

«Es normal que se produzcan actos de solidaridad para con la víctima y eso puede resultar en el aumento de su intención de voto y en las posibilidades de vencer las elecciones», según la asesora financiera de la firma FB Wealth, Daniela Casabona.

Mauro Paulino, especialista en demoscopia y director de la encuestadora Datafolha, admitió que un hecho como el ocurrido «toca directamente la emoción de los electores» y beneficia a la víctima.

Paulino mencionó como ejemplo la muerte del entonces candidato socialista Eduardo Campos en un accidente aéreo a pocas semanas de las presidenciales de 2014 y su sustitución por quien era su compañera de fórmula, la líder ecologista Marina Silva.

«Fue en un momento semejante y lo que se vio fue que, pese a que Campos tenía 14% de intención antes del accidente, Marina Silva comenzó con un favoritismo de 21% en la primera encuesta tras el accidente y en la segunda ya tenía 31%», explicó.

Los propios asesores y aliados de Bolsonaro reconocieron que el apoyo al ultraderechista crecerá naturalmente debido a que, mientras que el candidato tenía pocos segundos de tiempo de exhibición en las propagandas gratuitas en redes nacionales de radio y televisión, tras el atentado ha acaparado toda la atención de la prensa.

El candidato fue acuchillado cuando era cargado en hombros en medio de una multitud en una céntrica calle de Juiz de Fora y sufrió graves heridas. Fue sometido a una delicada cirugía y transferido el viernes al Hospital Albert Einstein de Sao Paulo, uno de los más prestigiosos del país y desde donde ya dijo: «estoy bien y recuperándome».

La Policía arrestó en flagrante al autor del ataque, quien dijo haber actuado de forma aislada y «a mando de Dios», y atribuyó el crimen a sus divergencias políticas y religiosas con el ultraderechista.

«Pese a que no tenía contenido político, el dramático gesto de Adelio Bispo de Oliveira (el agresor) cambiará el rumbo de la campaña», afirmó Singer.

La gran duda, sin embargo, es si el impacto del atentado será suficiente para derribar el porcentaje récord de electores que dicen que «nunca votarían en Bolsonaro».

El primer sondeo realizado tras la decisión hace ocho días del Tribunal Electoral de vetar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva, que contaba con 40% del favoritismo, mostró que, sin el expresidente, Bolsonaro pasó a ser el líder en intención de voto.

De acuerdo con el Instituto Ibope, la intención de voto en Bolsonaro subió desde 20 % en agosto hasta 22% en septiembre, lo que lo convirtió en el favorito para vencer las presidenciales tras la inhabilitación de Lula, preso desde abril para cumplir una condena de 12 años por corrupción.

Tras el capitán de la reserva del Ejército aparecen empatados en segundo lugar en los sondeos, con 12%, la líder ecologista Marina Silva y el diputado laborista Ciro Gomes, ambos exministros en el gobierno de Lula y que heredan parte de sus votos.

Pero la misma encuesta mostró que, aunque vencería la primera vuelta el 7 de octubre, Bolsonaro perdería contra cualquiera de sus principales adversarios en la segunda, programada para el 28 de octubre en caso de que ningún candidato supere 50%.

De acuerdo a las simulaciones hechas por el Ibope, en caso de una segunda vuelta con Marina Silva, la líder ecologista vencería con 43% contra 33% de Bolsonaro, y en caso de que su adversario sea Ciro Gomes, el laborista obtendría 44% y Bolsonaro el 33%.

Tal paradoja obedece a los altos índices de rechazo del ultraderechista, un defensor de la última dictadura militar en Brasil (1964-1985) y polémico por sus insistentes declaraciones machistas, racistas y homófobas.

Ibope establece que, así como es el primer favorito, Bolsonaro también lidera los índices de rechazo electoral, con el récord de 44 % (el doble que su intención de voto).


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