La alta comisionada de la ONU para los Refugiados, Kelly Clements, dijo este miércoles en su primera visita a Ecuador que «la vulnerabilidad de los emigrantes venezolanos se ha incrementado».

Clements visitó la víspera el principal paso fronterizo de Ecuador y Colombia, separado por el puente internacional de Rumichaca, y mantuvo varios encuentros con autoridades ecuatorianas a fin de conocer de primera mano la situación de los emigrantes, así como los esfuerzos del gobierno y las agencias humanitarias para hacer frente a sus necesidades básicas.

La alta funcionaria de Acnur señaló que, a diferencia de otros Estados de la región, en Ecuador los emigrantes procedentes de Venezuela se han distribuido por todo el país, incluso en zonas muy remotas y con reducidos servicios por parte de los gobiernos locales, aunque cerca del 40% se concentra en Quito, la capital.

Apuntó que Ecuador afronta varios retos de enorme magnitud, como la numerosa migración procedente de Colombia, además de dar respuesta a la integración de los emigrantes y proveer algún tipo de regularización y registro.

«Son muchos los pasos que hay que dar porque para los venezolanos, cuanto más tiempo haya transcurrido en esta crisis, su vulnerabilidad se habrá incrementado, lo que implica que hay una mayor necesidad de apoyo y asistencia», manifestó en una entrevista con Efe.

Resaltó que los venezolanos que llegan en la actualidad al país representan una «población con una mayor necesidad» y mencionó particularmente a las mujeres y sus niños, sostenedoras del hogar, que vienen solas, «sin una clara noción de qué es lo que van a hacer después».

Según los datos de Acnur, 3,9 millones de venezolanos abandonaron el país desde 2015, de los cuales 3,1 millones se quedaron en Latinoamérica.

Ecuador registra 1,5 millones de llegadas desde hace 4 años, solo 1 millón desde enero de 2018, y las estimaciones apuntan a que 300.000 se encuentran en el país, muchos de los cuales tienen «necesidades de registro y regularización», indicó.

Clements tiene previsto viajar el jueves a Colombia para abordar igualmente con autoridades, instituciones y emigrantes venezolanos la situación que afrontan estos en ese país.

Durante su visita a la ciudad ecuatoriana de Tulcán, fronteriza con Colombia, la alta comisionada de la ONU estuvo acompañada por el subsecretario de Protección Internacional de Cancillería, Alfonso Morales, con quien cumplió una agenda de trabajo que incluyó reuniones en las instalaciones de la ONG HIAS, con familias y grupos de venezolanos.

Morales recordó que Ecuador es el primer país de acogida de refugiados en América Latina.

Hasta el 31 de mayo de este año, Ecuador ha otorgado el reconocimiento de la condición de refugiados a más de 67.500 ciudadanos extranjeros, 98% de nacionalidad colombiana, precisó la Cancillería en un boletín.

En el caso de los venezolanos, el subsecretario pronosticó que hasta fin de año podrían incrementarse hasta los 400.000 y recordó que las autoridades han entregado cerca de 110.000 visados.

«La migración venezolana se ha convertido en un desafío para Ecuador y para todos los países de la región», indicó el funcionario al recordar que el país ha liderado el Proceso de Quito sobre la movilidad humana de ciudadanos venezolanos, a través de tres reuniones internacionales desde septiembre de 2018.


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