Evo Morales insiste en que fue elegido nuevamente como presidente de Bolivia

Las protestas contra la reelección del presidente Evo Morales se radicalizan en Bolivia tras el inicio de una auditoría de los cuestionados resultados de los comicios del 20 de octubre por una misión de la OEA.

Nuevas protestas comenzaron el viernes en diversas ciudades contra la polémica reelección, mientras miles de bolivianos se volcaban a los cementerios a preparar la festividad tradicional del Día de los Difuntos, que se celebra el sábado.

La Paz registraba cortes de vías en urbanizaciones de la zona sur, los más críticos de Morales, aunque con menos intensidad que en días previos, constató un periodista de la AFP.

La policía antimotines custodiaba cruces vitales, mientras a cierta distancia de los piquetes opositores se congregaban grupos de leales a Morales dispuestos a rehabilitar por la fuerza la circulación vehicular, por lo que posibilidad de nuevos choques estaba latente.

Rechazo a la OEA

La oposición, que denunció un fraude electoral a favor de Morales, se niega a avalar la auditoría iniciada el jueves por la Organización de Estados Americanos por considerar que se trata de «una maniobra distraccionista para mantener a Morales en el poder».

Los opositores ya no demandan un nuevo recuento de votos ni un balotaje entre el mandatario y el opositor Carlos Mesa. Ahora exigen anular la votación y convocar a nuevas elecciones generales (presidenciales y legislativas) «sin Evo Morales», exigencia rechazada por el gobernante izquierdista indígena.

«Vamos a defender la democracia y los resultados» electorales, declaró este viernes Morales, en el poder desde 2006, durante un acto en un poblado rural de Cochabamba, en el centro de Bolivia.

Morales dijo que los bolivianos deben esperar el informe de la auditoría de la OEA, que debe estar listo en dos semanas, una señal de que piensa que le será favorable para sellar un nuevo mandato hasta 2025.

Gobierno de Bolivia aseguró que la OEA iniciará auditoría electoral esta semana

«Ni Mesa ni Evo»

Si bien en las protestas participan todos los grupos de la oposición, algunos movimientos ahora ni siquiera apoyan al ex presidente centrista Carlos Mesa (2003-2005), segundo en la primera vuelta, quien inicialmente reclamaba un balotaje con Morales.

Multitudinarias asambleas populares se efectuaron el jueves en la noche en La Paz y la ciudad oriental de Santa Cruz, las que ratificaron el rechazo a la auditoría de la OEA y la exigencia de nuevos comicios.

Esas asambleas o «cabildos», con participación de miles de personas, acordaron seguir adelante con las protestas en las calles, una señal de radicalización del movimiento. Pero el cabildo de La Paz fue más lejos todavía, al proclamar «¡Ni Mesa, ni Evo Morales!», un signo de independencia política y de que los activistas paceños quieren nuevas elecciones sin ninguno de los dos candidatos que acapararon los votos el 20 de octubre.

Cuando terminó, cientos de pacíficos pero bulliciosos asistentes que portaban banderas bolivianas se mezclaron con miles de familias que, con niños disfrazados, estaban celebrado Halloween en una avenida céntrica de la ciudad.


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