El viernes 8 de septiembre Juan Carlos Colmenares hacía el segundo set de su show en el Restaurante Baianá Lounge, en Rabat, capital de Marruecos, cuando de repente el piso se movió. Tuvo la percepción de que las bailarinas bailaban más rápido y empezó a marearse.

Eran las 11:11 de la noche y lo que había ocurrido en el restaurante había sido un movimiento telúrico a causa del terremoto que tuvo su epicentro en la cordillera del Alto Atlas, a 73,4 kilómetros al suroeste de Marrakech, destino turístico clave en la dinámica económica del país, a tres horas y media de Rabat.

«Cuando empiezo el show, yo siento que la tarima se me mueve; la tarima parecía un barco, se movía de un lado para el otro, pero como yo estoy bailando, estoy pensando que son cosas mías. Me bajo y en ese momento venían unas bailarinas, que entran al escenario. Yo me bajo hacia las mesas cantando y veo que bailan como más rápido y yo estaba mareado, y veo a todas las personas ya saliendo del restaurante. Los músicos estaban todos asusados y fue cuando dije ‘hubo un movimiento, hubo un temblor fuerte’. De 10-15 segundos, corto, pero muy fuerte», cuenta.

FOTO AFP

El primer set comenzó a las 9:30 pm y terminó a las 10:00 pm, el segundo inició a las 11:00 pm, 11 minutos antes de que se produjera el terremoto de magnitud 6,8 que se sintió además en la provincia de Casablanca y varias zonas al sur de Marrakech. El restaurante estaba lleno. Normalmente, dice, los viernes entre 150-170 personas llenan el lugar.

«Las personas empezaron a salir por las dos puertas principales, todos revisando el teléfono. La mitad de la gente quedó en el restaurante, la otra mitad quedó afuera, la gente salió bien, a pesar de todo. Estaban desconcertados, pero no se generó descontrol», señala.

Juan Carlos es cantante, caraqueño de 37 años de edad. Llegó a Marruecos en 2014 con un contrato laboral que le ofreció el dueño de la cadena de restaurantes para la que trabaja.

FOTO Fethi Belaid / AFP

Esta es la primera vez que vive un temblor de tanta intensidad.

«La clientela no estaba reaccionando a nada de lo que yo cantaba, porque aparte de que quedaba la mitad del restaurante, no sabíamos la magnitud de la situación», cuenta.

A las 11:35 pm ya iba de regreso a su casa. Las calles estaban llenas de gente que no se atrevían a estar en sus casas por temor a una réplica.

Juan Carlos vive en el centro de Rabat, muy cerca del Palacio Real, una zona donde están situadas embajadas de otros países.

«Muchas personas se quedaron hasta las 4-5 de la mañana afuera. Sacaron sillas, se sentaron. 70% de las residencias, todos estaban abajo», recuerda.

FOTO Juan Carlos Colmenares

Esta catástrofe la siente con mucho pesar y decidió ayudar a las víctimas con donaciones. «Hace 6 meses viví en Marrakech, lo pude haber vivido más fuerte», cuenta.

Tras el terremoto, el rey de Marruecos, Mohamed VI, dio tres días de duelo. Los restaurantes volvieron a prestar servicio el miércoles, luego de que el martes en la noche las autoridades gubernamentales emitieron un comunicado en el que se les permite a estos locales retomar sus labores.

«Pero el ambiente no es el mismo, no hay ambiente de fiesta», señala.

El último boletín con la actualización del número de víctimas por el terremoto indica que casi 3.000 personas murieron y más de 5.600 resultaron heridas.

Pueblos enteros en las montañas del Atlas quedaron arrasados y familias enteras atrapadas bajo los escombros.

Podrían pasar muchos días antes de que se conozca con exactitud la magnitud de esta gran catástrofe.

Argelia, país que tiene diferencias con Marruecos, se solidarizó con la situación y abrió su espacio aéreo, cerrado con los vecinos desde hace dos años, para los aviones que quieren ingresar con ayuda humanitaria para las víctimas del terremoto.

FOTO Europa Press

Otros países han mostrado su interés en respaldar a la nación al norte de África. España fue uno de los primeros en anunciar ayudas a Marruecos.

El gobierno de Marruecos, por su parte, solo ha aceptado el apoyo de un pequeño grupo de países, pese a que la comunidad internacional les ha ofrecido ayuda.

El Ministerio del Interior de Marruecos explicó en un comunicado que solo ha aceptado la ayuda ofrecida por España, Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes.

Naciones como Francia, Alemania, Turquía, Italia y Portugal; en Europa, y de otros continentes como Estados Unidos, Canadá, Israel, Túnez y Australia han manifestado su intención de enviar rescatistas y ayuda a suelo marroquí, pero el bloqueo del gobierno de ese país se lo impide.

«He donado a amigos en Marrakech que tienen un centro de acopio aquí en Rabat. También hay una página oficial del país para enviar dinero. En Casablanca también hay centros de acopio para enviar ayuda a Marrakech», sostiene Juan Carlos.

Cuenta que la población, a pesar del dolor, se mantiene muy unida. «Están todos intentando dar algo, el país está unido, es muy unido, se ve una solidaridad súper fuerte, comenzando por el rey, que ya estuvo en las ciudades visitando hospitales. La respuesta de los organismo fue excelente desd el el minuto uno: los policías, los bomberos, en el aeropuerto no dejan de salir helicópteros con ayuda», dice.

@Kzcastilla


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