Isabel II
Foto Archivo

La reina Isabel II, enfrentada a la renuncia de dos de los miembros más jóvenes y populares de la realeza británica.

La monarca acordó este lunes establecer un «período de transición» para que Harry y Meghan abandonen sus funciones reales como desean.

«Hubiéramos preferido que siguieran trabajando como miembros de la familia real a tiempo completo», afirmó la reina de 93 años de edad, al término de una reunión de crisis en su residencia de Sandringham, en el este del país.

Comunicado de la reina Isabel II

«Respetamos y comprendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia, sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia», agregó en un comunicado.

En la reunión estuvieron presentes Isabel II, su hijo Carlos, heredero al trono, y los hijos de este, Guillermo y Harry. Meghan participaría por teléfono por haberse marchado la semana pasada a Canadá donde está con su hijo Archie, de ocho meses.

Conmocionando al país y sorprendiendo a la familia real, con la que no habían consultado, Harry, de 35 años de edad, y Meghan, de 38 años, duques de Sussex, anunciaron la semana pasada que abandonaban sus funciones como miembros de primer plano de la realeza; no obstante, no renuncian a sus títulos nobiliarios y desean seguir «apoyando a la reina», al representarla, si es necesario, en actos oficiales o el extranjero.

Sistema de cobertura mediática

Explicaron que saldrían del sistema oficial de cobertura mediática, dividirían su tiempo entre el Reino Unido y Norteamérica, y buscarían una poco clara «independencia financiera».

«Harry y Meghan dejaron claro que no quieren depender de los fondos públicos en sus nuevas vidas», dijo la reina Isabel II. Explicó que se trata de «asuntos complejos de resolver» por lo que se acordó establecer un «período de transición» cuya duración no precisó.

«Hay algo más de trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones finales en los próximos días», aseguró.

Dinero, títulos y negocios

Aunque llevaban tiempo manifestando sus dificultades para soportar la presión mediática, la decisión de los príncipes sacudió al clan de los Windsor. Esta situación obligó a la rígida monarquía británica a reinventarse a toda prisa.

Harry es sexto en la línea sucesoria, y Meghan es una ex actriz californiana que dejó su carrera al casarse con el príncipe en 2018.

La prensa británica comentó que en la reunión de Sandringham debían abordarse temas como la asignación financiera que el príncipe Carlos, de su fortuna personal, da a la pareja, ingreso principal de los duques, sus títulos nobiliarios y qué tipo de negocios podrán emprender.

Harry y Meghan registraron la marca Sussex Royal, que cubre desde tarjetas postales hasta ropa pasando por consultorías o campañas caritativas.

En opinión de David McClure, experto en finanzas reales, su deseo de vivir como príncipes, pero disfrutando de los privilegios de los ciudadanos anónimos es una mezcla tóxica.

La opinión pública parece mirar con desagrado su decisión: pese a su popularidad, una mayoría considera que deberían renunciar a todo apoyo económico de la realeza y que Enrique ya no debería figurar en la línea de sucesión al trono.

Conflicto con la prensa

Harry siempre tuvo una difícil relación con la prensa y recientemente se quejó de varios diarios asegurando que estaban acosando a su esposa como lo hicieron con su madre, la princesa Diana.

La princesa de Gales falleció en un accidente de automóvil en 1997, en París, cuando era perseguida por los paparazzi.

Después de alabar su llegada a la familia real como un soplo de aire fresco, la prensa sensacionalista británica comenzó a criticar a Meghan por sus supuestos caprichos y su lujoso estilo de vida.

Harry y su hermano Guillermo, de 37 años de edad, tuvieron incluso que hacer frente común para denunciar, en un inusual comunicado, una información falsa en un diario británico acerca de su relación fraternal.

«El uso de un lenguaje incendiario de esta manera es ofensivo y potencialmente dañino», afirmaron, sin precisar de qué diario se trataba. Citando a una fuente cercana a la familia real, The Times afirmó que Harry y Meghan se sintieron «rechazados por lo que consideraban una actitud de intimidación por parte de Guillermo, duque de Cambridge».

Sin embargo, precisó que estas afirmaciones fueron refutadas por fuentes cercanas a ambos.


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