La ONU dijo este viernes que los combates están siendo particularmente intensos en Sudán y que esta situación crea obstáculos para la entrada de la ayuda humanitaria que la población necesita urgentemente, a pesar de que las partes rivales se comprometieron la semana pasada a garantizar el acceso de la asistencia y la salida de los civiles en condiciones seguras.
«Ese compromiso es absolutamente esencial, pero desafortunadamente lo que hemos visto en los dos últimos días es que los horrendos enfrentamientos continúan en el terreno, los bombardeos y ataques aéreos», dijo el portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Matthew Saltmarsh.
Continuó señalando que «es muy importante que el compromiso adoptado en Yeda sea cumplido en la práctica para que la ayuda requerida pueda entrar» y pueda moverse libremente dentro del país.
Informó asimismo de que la llegada de refugiados de Sudán a algunos países vecinos se ha acelerado, y que la ONU mantiene su previsión de que más de un millón de personas saldrán del país en su huida de la violencia armada, en particular de Jartum, la capital, y de Darfur oeste, los principales focos del conflicto.
Dentro del país, los movimientos de población se están observando sobre todo hacia el este del país (provincias del Nilo Azul, Gadaref y Kassala), donde el ACNUR también está suministrando asistencia vital, en muchos casos a personas con el estatus de refugiados en Sudán, principalmente procedentes de Sudán del Sur.
Unas 843.000 personas se han visto forzadas a desplazarse internamente desde mediados de abril, cuando estallaron los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y el grupo paramiliar Fuerzas de Apoyo Rápido, convertidos en enemigos después de que hace dos años se aliaran para perpetrar un golpe de Estado y terminar con la transición democrática en la que se encontraba Sudán en ese momento.