China-EEUU-Guerra-comercial
El presidente Donald Trump esperaba firmar un acuerdo comercial parcial el próximo fin de semana durante un foro en Chile del Apec | Foto: Archivo

Desde los primeros aranceles de Estados Unidos sobre el acero y el aluminio a la devaluación del yuan, estas son las fechas clave para comprender la guerra comercial que libran Estados Unidos y China.

8 de marzo de 2018: aranceles sobre el acero y el aluminio

El presidente Donald Trump anunció aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% en las de aluminio, con el objetivo de reducir el déficit comercial de su país.

Este alcanzó los 566.000 millones de dólares en 2017, y fue de 375.200 millones de dólares con China, primer productor mundial de acero y de aluminio.

22 de marzo: China responde

La víspera de su aplicación, Trump suspendió los aranceles para varios países, pero sin exenciones para China.

Pekín respondió revelando una lista de 128 productos estadounidenses a los que aplicaría impuestos de entre el 15% y el 25% en caso de que fracasasen las negociaciones con Washington.

19 de mayo: señales de apaciguamiento

Los dos países anunciaron un principio de acuerdo para reducir significativamente el déficit comercial de Estados Unidos, por lo que se suspendieron las amenazas de medidas punitivas.

En las semanas siguientes China mostró señales de apaciguamiento (reducciones de aranceles, levantamiento de restricciones, propuestas de compra de bienes estadounidenses…).

6 de julio: guerra declarada

Ambos países entraron en guerra comercial, con la aplicación de impuestos de Estados Unidos sobre 34.000 millones de dólares de importaciones chinas (automóviles, discos duros, componentes de aviones).

Pekín respondió con impuestos por la misma cantidad (sobre productos agrícolas, vehículos, productos marinos).

23 de agosto: escalada

Estados Unidos golpeó con nuevos impuestos por 16.000 millones de dólares en productos chinos. Esto ocurrió al día siguiente de la reanudación de las discusiones.

En China entraron en vigor tasas del 25% que apuntaban a 16.000 millones de dólares de bienes estadounidenses, incluidos las motos Harley-Davidson, el bourbon o el jugo de naranja.

El 24 de septiembre, Washington impuso tasas del 20% sobre 200.000 millones de dólares de importaciones chinas.

Pekín contestó con aranceles sobre bienes de Estados Unidos, para 60.000 millones de dólares.

1 de diciembre: tregua

Trump y su homólogo chino Xi Jinping declararon una tregua. Washington, que había previsto elevar el 1 de enero a 25% los aranceles sobre 200.000 millones de dólares de importaciones, suspendió este aumento durante 90 días.

Pekín se comprometió a comprar una cantidad «muy sustancial» de productos de Estados Unidos, suspendió durante tres meses los impuestos excesivos a los coches y piezas de automóviles y autorizó las importaciones de arroz estadounidense.

10 de mayo de 2019: reanudación de las hostilidades

Estados Unidos puso fin a la tregua y pasó oficialmente del 10% al 25% los aranceles sobre 200.000 millones de dólares de importaciones chinas.

Amenazó con impuestos excesivos al resto de las importaciones de ese país, valorado en 300.000 millones de dólares.

Trump abrió un nuevo frente al prohibir por decreto a las redes estadounidenses de telecomunicaciones usar equipos de compañías extranjeras consideradas de riesgo, una medida que está dirigida al gigante chino Huawei.

El gobierno de Estados Unidos, que considera al líder mundial del 5G sospechoso de espiar para Pekín, puso a Huawei en una lista de empresas a las que les está prohibido vender productos tecnológicos, salvo autorización especial.

Estados Unidos anunció el 20 de mayo un plazo de tres meses antes de hacer efectivas estas sanciones.

1 de junio: nuevas sanciones de China

China, como había anunciado el 13 de mayo, aumentó el 1 de junio sus aranceles sobre productos estadounidenses que estaban valorados en 60.000 millones de dólares de importaciones. Pekín anunció, además, una futura lista negra de empresas extranjeras «no fiables».

29 de junio: nuevas negociaciones

En el G20 de Osaka, Trump y Xi Jinping decidieron retomar negociaciones comerciales. Se reanudaron por teléfono y luego en encuentros cara a cara los días 30 y 31 de julio en Shanghái.

1 de agosto: nuevas sanciones de EE UU

Trump anunció aranceles adicionales del 10% sobre 300.000 millones de dólares de productos chinos importados, a partir del 1 de septiembre. El presidente acusó a Pekín de no haber cumplido con sus promesas de compras de productos agrícolas y de no haber frenado las ventas de fentanilo, un opioide que se convirtió en la droga más mortífera de Estados Unidos.

5 de agosto: devaluación del yuan

China dejó caer su moneda, que se hundió por debajo del umbral simbólico de 7 yuanes por dólar, el nivel más bajo en 11 años. Washington acusó a Pekín de manipular su divisa para impulsar sus exportaciones, lo que el banco central chino negó.

13 de agosto: EE UU aplaza la aplicación de aranceles

Trump anunció el aplazamiento hasta el 15 de diciembre de los nuevos aranceles aduaneros del 10% previstos para el 1 de septiembre. Reconoció haber querido evitar alzas de precios durante la temporada de compras de fin de año.

23 de agosto: represalias chinas y respuesta de Trump

Pekín aplicó aranceles a bienes importados de Estados Unidos por 75.000 millones de dólares.

Trump reaccionó inmediatamente llamando a las empresas estadounidenses a buscar alternativas a su producción en China.

Su gobierno decidió que, a partir del 1 de octubre, mercancías chinas valoradas en 250.000 millones de dólares estarían sometidas a aranceles del 30%, en lugar del 25% impuesto hasta ahora.

Además, los 300.000 millones de importaciones restantes tendrán aranceles del 15%, en lugar del 10%, a partir del 1 de septiembre, salvo los productos de gran consumo, que sufrirán los nuevos gravámenes desde el 15 de diciembre.


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