Madeleine McCann
Foto: Archivo

La Fiscalía de Braunschweig presume que Madeleine McCann está muerta.  Los padres de la niña de 13 años de edad se niegan a asumir esta teoría.

«Asumimos que la niña está muerta», afirmó este jueves el portavoz de la Fiscalía, Christian Wolter, en comparecencia ante la prensa sin derecho a preguntas para no entorpecer la investigación en curso.

El nuevo sospechoso, identificado como Christian Brueckner, de 43 años de edad, fue condenado a finales de 2019 por el Tribunal Regional de Braunschweig a siete años de prisión por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en Praia da Luz.

Los hechos ocurrieron en 2005, año y medio antes de la desaparición de Madeleine. Según informó entonces la prensa, el acusado irrumpió en la vivienda de la anciana. Iba enmascarado y con un cuchillo de aproximadamente 30 centímetros. La ató y la violó. La mujer sufrió golpes traumáticos en la mandíbula y en los hombros.

Violación a una anciana

La investigación de esa violación y robo fue tortuosa. El agresor había vendado los ojos de la víctima, por lo que esta no pudo ofrecer ningún dato que permitiera su identificación. Años después, la Policía portuguesa recibió una llamada anónima detallando el contenido de las imágenes captadas por una cámara de video robada.

Los investigadores retomaron la averiguación de los casos de violación no resueltos, incluido el de la estadounidense. En nuevos y más exhaustivos registros, encontraron un cabello en la casa de esta mujer que resultó tener el ADN del acusado. Éste alegó durante el proceso que ese cabello debía haber llegado a la vivienda prendido en el pelo de un gato que acarició frente a la vivienda de la víctima.

El Tribunal de Braunschweig asumió el caso, dado que fue en esa ciudad alemana donde este individuo tenía su ultima residencia conocida. El Tribunal de Braunschweig consideró probada su culpabilidad y dictó siete años de prisión, sentencia que no se ha ejecutado. Christian Brueckner presentó recurso y alegó errores en el proceso de extradición de Portugal. El caso está ahora en manos del Tribunal Supremo, que aún no se ha pronunciado.

En todo caso, el alemán se encuentra en prisión «por otros delitos» que no se han especificado.

Los padres no se dan por vencidos

«Nunca hemos perdido la esperanza de encontrarla viva, pero sea cual sea el resultado tenemos que encontrar la paz», reconocieron Gerry y Kate McCann, los padres de Madeleine, resignados al desenlace final al cabo de 13 años. «Todo lo que siempre hemos querido es encontrarla, que se descubra la verdad, y traer a los responsables ante la justicia».

Atrapados entre la desidia policial y el asedio mediático, perseguidos por la sombra de la sospecha, de las especulaciones y de la frustración, Gerry y Kate McCann reconocieron finalmente que la información que viene de Alemania «es potencialmente muy significativa» para resolver el caso de la desaparición de su hija.

Los McCann esperaban pacientemente noticias en el hogar familiar en Rothley, Leicestershire, en compañía de sus hijos gemelos, Sean y Amelie, que a duras penas han cubierto el vacío dejado por la desaparición de su hermana mayor. Gerry y Kate prefirieron de momento parapetarse ante la prensa y despachar directamente con la policía hasta no tener más detalles.

«Por primera vez en 13 años, que yo recuerde, es la primera vez que la policía se centra en un solo sospechoso», declaró el portavoz de la familia, Clarence Mitchell. «Lo que habíamos tenido hasta ahora no eran más que pistas, avistamientos, rumores y teorías farbicadas mayormente por los medios y que se quedaron en nada».

Pese a las informaciones prevenientes de Alemania, Mitchell insistió en que la policía británica considera aún el caso como una desaparición y que los McCann no han arrojado aún la toalla: «Este es otro capítulo importante en la búsqueda de su hija. Nunca han perdido la esperanza de ver a su hija viva, aunque son también realistas».


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