La espada clavada en la roca se encuentra en una iglesia de Italia

Todo el mundo conoce la leyenda del Rey Arturo, ya sea a través de los libros o a través de la famosa película de John Boorman, Excalibur. Pero poca gente sabe que aquella espada clavada en una roca existió realmente y que perteneció a un santo.

Inscripción de san Galgano | Picasa

Una espada como cruz

En la ciudad italiana de Chiusdino hay una pequeña capilla cerca de la Abadía de san Galgano: la Capilla Montesiepi. Allí se encuentra la empuñadura y el filo de la espada hendida en la roca.

San Galgano, de Lorenzetti

De caballero a ermitaño

La tradición relata que, en el siglo XII, el caballero Galgano Guidotti, tras una vida de pecado, decidió retirarse para vivir sus últimos años como ermitaño.

A través de una visión, el Arcángel san Miguel le dijo que siempre lo protegería y en otra visión habló con los discípulos de Jesús y con Dios mismo.

Interior de la iglesia de san Galgano

Después de esta visión quiso santificar el lugar y poner una cruz en él, pero al no tener otra cosa que su espada, decidió clavarla ahí donde se encontraba.

Primera canonización de la Iglesia

Tras su muerte, el Papa Lucio III abrió el proceso de canonización del caballero Galgano Guidotti, que se convirtió en el primer santo declarado tras una investigación canónica de la Iglesia Católica.

En el proceso se recogieron las declaraciones de veinte testigos, incluido el de la propia madre de Galgano y los eremitas que testimoniaron numerosos casos de milagros atribuidos a la intercesión del caballero santo.

El lugar donde fue enterrado se convirtió en destino de peregrinaciones y de hechos milagrosos como liberación de prisioneros, curaciones de lepra o liberación de poseídos por demonios.

Interior del templo con la espada en una urna

Sobre la historicidad del caballero no hay duda. Junto a los documentos del proceso, se encuentran algunas biografías escritas entre la década de 1320 y mediados del siglo XIV.

Además, hay que añadir otra veintena de biografías compuestas entre la segunda mitad del siglo XVI y principios del siglo XX, que recogen la información presente en los textos anteriores y los relatos transmitidos entre los habitantes de la localidad de Chiusdino.


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