Banda venezolana
Foto Archivo

Después de interceptar su celular y de seguirlo durante 8 meses, la Policía de Colombia logró ubicar y abatir a Bernardino Meleán Frontado, alias Willy Meleán, líder de una banda venezolana.

Aunque su banda criminal delinquía en Bogotá y en otras ciudades, había adquirido y alquilado varias propiedades en exclusivas zonas de Santander.

Además, estaba estrenando una identidad falsa que le permitía evadir los controles de las autoridades y tres circulares rojas de Interpol. Estas las adquirió por delitos que iban desde homicidio hasta extorsión y hurto agravado de vehículos.

A ese prontuario, los oficiales de inteligencia de la Policía Metropolitana de Bogotá le sumaron varios crímenes que la banda bajo su mando, “los Meleán”, había ejecutado en la capital, en donde se disputaba con bandas locales el microtráfico y la prostitución.

El Tiempo reveló en junio varios de estos homicidios. “Los Meleán cuentan con una trayectoria criminal de más de 20 años en Venezuela. Se sabe que en el país se dedicaban a la comisión de delitos como la extorsión, secuestro, homicidio, tráfico de armas de fuego, narcotráfico, terrorismo, hurto agravado y asociación para delinquir”, aseguró el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.

Y agregó que las acciones delincuenciales de la banda en Colombia comenzaron a partir de 2018 y se concentraron en el homicidio, el tráfico de armas y el concierto para delinquir.

El condominio

Por eso, el general Óscar Atehortúa, director de la Policía, ordenó que los uniformados que más conocían del caso se trasladaran a Sabana de Torres, Santander. Allí habían escuchado hablar a “Willy Meleán” con varios de sus familiares.

“Él estaba en una lujosa hacienda en zona rural de Sabana de Torres y tenía a su familia en un exclusivo condominio en Mesa de Ruitoque, cerca de Bucaramanga”, aseguró uno de los oficiales.

“Se le hizo un cerco a una banda que no solamente traslapó a Colombia las actuaciones criminales que ejecutaba en Venezuela. Iniciaron su actuación delincuencial en Bogotá, pero la llevaron a otras partes del territorio nacional”, agregó el general Atehortúa.

El oficial explicó, además, que el llamado golpe de mano se les dio a “Los Meleán” gracias a fuentes humanas que, además, permitieron recolectar material probatorio.

Redes sociales y sicario

Para dar con su paradero, también se monitorearon redes sociales, porque el capo publicaba sus actividades ilícitas, con el fin de generar intimidación y demostrar su capacidad armada.

En varias cuentas subieron videos en los que ajustician a miembros de la también banda venezolana “Yeico Masacre”, con la cual tienen una vieja disputa criminal.

“Dentro de su confrontación han registrado aproximadamente 30 homicidios, 19 en la ciudad de Bogotá”, admitió el general Atehortúa.

El Tiempo estableció que un sicario, miembro de “los Meleán”, accedió a señalar la hacienda en la que se encontraba escondido el capo.

Tenía caballerizas, cámaras de seguridad, zona deportiva y un arsenal en una de las lujosas casonas del lugar, cuyo dueño está siendo ubicado.

Cuando llegaron las unidades de Operaciones Especiales, recibieron disparos de los sicarios. Uno de los oficiales fue herido en una pierna y otro, en un hombro. De manera paralela, se hicieron siete diligencias de allanamiento; se incautaron tres armas de fuego, pistolas, un revólver, una carabina y una escopeta.

“Hemos esclarecido con este caso al menos 14 homicidios que ocurrieron en Colombia entre el año 2019 y 2020. La mayoría de ellos víctimas de nacionalidad venezolana, especialmente por disputas territoriales con “Yeico Masacre. El sujeto neutralizado era uno de los diez más buscados de Venezuela”, explicó Atehortúa.

Y dijo que ahora van por los miembros y cabecillas de la banda de “Yeico Masacre”: “Estamos detrás de ellos. También estamos adelantando una investigación con nuestra Fiscalía General de la Nación y esperamos poder tener resultados en próximos días”, dijo el general.


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