Japón
Efe

Japón permite desde este martes la entrada libre de turistas extranjeros tras mantener sus fronteras prácticamente cerradas desde el inicio de la pandemia, con lo que el país espera volver a atraer a decenas de millones de visitantes cada año y revitalizar su economía.

El país asiático mantenía vigentes las restricciones fronterizas más estrictas entre las potencias del G7 y unas de las más severas entre las mayores potencias mundiales, a excepción de China, lo que venía frenando la recuperación postcovid del turismo y su economía.

Entre las medidas que quedaron invalidadas a partir de este martes está el cupo diario de 50.000 entradas al archipiélago que estaba vigente desde septiembre. A partir de la medianoche, el país ya no contará con ninguna limitación al respecto, salvo la de la propia oferta de las aerolíneas, como antes de la pandemia.

Normalización turística

Aunque Japón comenzó a permitir la llegada de turistas en junio, lo hacía con muchas limitaciones, entre ellas la obligatoriedad de tramitar un visado para cualquier visita y la mediación de agencias de viaje autorizadas en el caso de visitas turísticas.

Desde hoy, el archipiélago retoma los acuerdos de exención de visado para estancias de hasta 90 días que tiene con 68 países (entre ellos Estados Unidos, Argentina, México y la Unión Europea), a los que muchos visitantes se acogían para viajar al país y lo que marca una normalización del turismo internacional a Japón.

Estos acuerdos fueron suspendidos con el estallido de la pandemia.

En el caso de los viajeros de países que no cuentan con un acuerdo bilateral al respecto deberán ceñirse a los requerimientos prepandemia para desplazarse a territorio japonés.

En cuanto a los controles migratorios, Tokio los ha simplificado.

Quienes certifiquen haber recibido tres dosis de cualquiera de las vacunas contra el covid-19 aprobadas por la Organización Mundial de la Salid no tendrán que hacerse un test dentro de las 72 horas previas a embarcar, algo que sí será necesario para el resto.

Quienes cuenten con la vacunación requerida o con un certificado negativo emitido durante los tres días previos a su llegada al país, tampoco tendrán que someterse a un test a su llegada ni observar cuarentena, medidas que sí se mantienen en casos concretos.

Al margen de los certificados, todos los viajeros que lleguen al país tendrán que rellenar previamente un cuestionario covid y descargarse una aplicación llamada MySOS en la que se pueden vincular los documentos todavía necesarios para viajar al país y que están disponibles en la página web del Ministerio de Exteriores.

El área de llegadas de los principales aeropuertos nipones lucían considerablemente llenos hoy, tras varios años casi vacíos.

En Kansai, una mujer tailandesa de 26 años de edad llegada al país junto a otros dos miembros de su familia compartía su dicha con el diario Nikkei: «Tengo ganas de ir de compras y comer takoyaki», las bolitas de harina de trigo y pulpo típicas de la región, dijo.

Japón recibió 31,9 millones de turistas en 2019, antes del estallido de la crisis sanitaria. En 2021 el número fue de 246.000 personas, según datos de la Oficina Nacional de Turismo (JNTO), y la cifra de personas con pasaporte extranjero que entraron al país en agosto fue de 169.800 personas, la mayoría residentes.

Un yen favorable

La reapertura turística de Japón se produce en un momento delicado para su economía, que no termina de repuntar tras varios años de cierre casi total de fronteras y se está viendo afectada por el encarecimiento de las importaciones ante la subida de precios por la tensión geopolítica y también por la debilidad de su divisa, el yen.

Esta tendencia, no obstante, es altamente beneficiosa para los visitantes extranjeros, especialmente los que se mueven con dólares y euros, puesto que la compra de yenes les sale favorable.

Las autoridades japonesas esperan que esta particularidad del momento actual contribuya positivamente a la reapertura turística, sirviendo como uno más de los atractivos del país.

Japón espera que el yen barato «beneficie a las actividades socio-económicas» de cara al regreso de los turistas, enmarcado en «la transición de convivencia con el covid» en el país, dijo hoy el portavoz gubernamental, Hirokazu Matsuno, en una rueda de prensa.

No está claro cuál será el impacto inicial de la reapertura, dado que la llegada de turistas chinos, tradicionalmente los de mayor proporción y desembolso para las arcas de Japón, se mantiene débil debido a la estricta política de «cero covid» de Pekín.


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