Italia

Italia abrirá sus fronteras a partir del 3 de junio con los países de la Unión Europea sin necesidad de tener que guardar cuarentena, según el decreto aprobado este sábado en la madrugada y en el que se establecen las normas también para una reapertura casi total de las actividades económicas del país iguales para todas las regiones.

Se establece asimismo que a partir del 3 de junio se permitirá el movimiento entre las regiones, que hasta ahora solo se faculta por razones de trabajo, salud o de necesidad.

Además, se consentirá poder visitar a los amigos, pero aún estarán prohibidas fiestas o grandes reuniones.

El decreto añade que los viajes hacia y desde el extranjero estarán limitados solo por medidas estatales de los otros países y «con el cumplimiento de las restricciones derivadas de la regulación de Unión Europea y obligaciones internacionales».

Por el momento, la normativa no menciona cómo se comportará Italia con los países fuera de la Unión Europea.

Es una medida que tiene como objetivo recuperar el turismo, que genera cerca del 13% de su PIB y que ha estado fuertemente apoyada por los ministros de Cultura, Exteriores y de Asuntos europeos.

Además de facilitar que vuelvan a encontrarse las numerosas familias divididas por el bloqueo fronterizo desde marzo pasado.

La prohibición de la movilidad se limitará a las personas positivas o que se encuentran en cuarentena.

Medida de presión

El decreto escrito y aprobado con la colaboración de todas las regiones, que habían presionado por una mayor reapertura, acelera las fases previstas por el gobierno que eran mucho más prudentes.

Aunque en algunas regiones como Lombardía y Piamonte, que tienen aún los números más altos de contagio, por el momento han preferido que los restaurantes y bares esperen al 25 de mayo.

El gobierno también se ha basado en los buenos datos epidemiológicos de los últimos días en los que, por ejemplo el viernes, se registraron tan solo unos 700 nuevos contagios y cerca 5.000 consideradas curadas en las últimas 24 horas.

De esta manera en Italia, con 223.000 contagiados y 31.600 muertos, tras dos meses y medio de cierres se preparara el lunes a que suban las persianas casi todos los negocios del país, como centros comerciales, tiendas, peluquerías o los del sector restauración, como bares y restaurantes, cuya apertura estaba fijada el 1 de junio y también los museos.

Quedan por abrir todas las actividades que supongan la congregación de importantes números de personas como los teatros, cines o salas de fiestas.

Para todas las actividades se ha establecido un protocolo de seguridad con las medidas que adoptar, pero muchos de los propietarios de actividades lamentan que no van a tener tiempo para cumplirlos.

La característica del nuevo decreto es que se ha rebajado la distancia social requerida en todas las actividades.

Reglas estrictas

Desde el lunes abren las iglesias, mezquitas y sinagogas con medidas de desinfección y de distanciamiento social aprobadas en el protocolo firmado por el gobierno y los representantes de los varios cultos presentes en el país. Por ejemplo, en las misas el cura dará la comunión con guantes y mascarilla.

También abren gimnasios y piscinas asegurando la distancia de un metro entre las personas que esperan y dos metros durante las actividades

Habrá un número limitado de visitantes para acceder a museos y reservas obligatorias, así como la obligación para todos de llevar mascarillas. Se organizan recorridos diferentes para las entradas y salidas y no se permiten las visitas de grupo.

Las playas privadas, que son muy frecuentes en Italia, abren con la obligación de un metro y medio entre las tumbonas y de un espacio de diez metros cuadrados para cada sombrilla.

Para acceder a los centros balnearios se requieren reservas y las actividades de grupo están prohibidos, pero está permitido jugar entre dos personas en la orilla y es necesario desinfectar todos los productos que se alquilen cada día.

Para los hoteles y otros tipo de alojamientos turísticos habrá limitaciones en los ascensores y la obligación de mascarillas en las zonas comunes.

Para peluquerías y centros de belleza se establece que solo se pueda atender a un cliente a la vez, y son necesarias las reservas, y el uso de mascarillas y guantes.

Abren todas las tiendas y centros comerciales con la obligación de guantes desechables en la entrada que se entregarán a los clientes para que puedan tocar los productos de manera segura.

Se pueden probar las prendas en los camerinos ingresando uno a la vez, siempre usando guantes y una mascarilla y no se necesita desinfectar los productos.

La cuota de las entradas se confirma de acuerdo con el tamaño de las tiendas, solo un cliente a la vez en las instalaciones de 25 metros cuadrados.

Los centros comerciales, incluidas las actividades de restauración, también vuelven a abrir en Italia con un escáner térmico en las entradas y la limitación de los accesos según la capacidad.

En los restaurantes finalmente se permite que haya una distancia de un metro entre las mesas, respecto a los cuatro metros que se habían pedido en los primeros informes, y en el caso de que no sea posible se admite la colocación de barreras divisorias.


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