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Foto: Referencial

Irán aseguró este miércoles que el atentado con decenas de misiles contra una base con tropas estadounidenses en Irak es solo el inicio de su venganza.

Justo al terminar los tres días de funerales de Qasem Soleimani, la Guardia Revolucionaria lanzó este bombardeo.

Subrayó que es un primer paso de su dura venganza y que cualquier acción de Estados Unidos enfrentará una respuesta más «dolorosa y aplastante».

El blanco de los misiles balísticos iraníes fue la base aérea Ain al Asad, en el oeste de Irak. Allí, estaban posicionadas fuerzas estadounidenses.

Hasta el momento, se desconocen los daños causados.

En su comunicado, el cuerpo militar de élite de Irán aconsejó a Estados Unidos que retire sus soldados de la región.

La Guardia Revolucionaria aseguró que el mensaje también estaba dirigido a países árabes aliados de Estados Unidos.

Señaló que serán también su objetivo si sus territorios son usados para lanzar actos hostiles contra Irán.

«Una bofetada»

Con el objetivo de remarcar que este atentado no es la venganza definitiva de Irán, el líder supremo, Alí Jameneí, indicó que los misiles lanzados contra la base de Ain al Asad son una bofetada.

«Esas medidas militares no son suficientes para nuestra venganza. Lo que es importante es eliminar y acabar con la presencia corrupta de Estados Unidos en esta región», aseveró.

Jameneí denunció que los estadounidenses trajeron a la región de Oriente Medio guerra, sedición y destrucción.

Como comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Soleimani estuvo muy presente sobre el terreno en otros países apoyando a grupos como el libanés Hezbolá, el iraquí Multitud Popular, el palestino Hamás y el yemení Ansuralá, así como al régimen sirio de Bachar al Asad, todos contrarios a Estados Unidos.

«La región no acepta la presencia de Estados Unidos«, insistió el líder supremo.

Remarcó que la gente de la región debe saber que los enemigos son Washington y Tel Aviv. Estos se mantienen en alerta ante posibles ataques.

Irán no busca la guerra

«No buscamos la escalada o la guerra, pero nos defenderemos de cualquier agresión», dijo el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.

El jefe de la diplomacia indicó que Irán llevó a cabo medidas proporcionadas en defensa propia en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU.

De acuerdo con Zarif, se atacó una base desde la cual se lanzó un ataque armado contra sus ciudadanos y altos funcionarios, en alusión al bombardeo selectivo que acabó con la vida de Soleimani.

Un ataque de magnitud incierta

La operación, denominada «Operación Mártir Soleimani«, provocó, según los medios oficiales iraníes, el incendio de varios aviones estadounidenses y víctimas.

Las autoridades iraníes no han confirmado estos datos. Mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó por su parte que «todo está bien» después de los ataques.

El Pentágono informó que todavía está evaluando los daños. Y apuntó que los bombardeos iraníes fueron contra dos bases sobre las que Teherán no ha hecho comentarios.

Ante las posibles represalias, Irán se está preparando.


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