Irak aseguró que la operación estadounidense que este jueves acabó en Siria con la vida del líder del grupo Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, fue posible gracias a información de inteligencia proporcionada por sus servicios secretos a la coalición internacional liderada por Washington.
El portavoz del comandante de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yehia Rasul, indicó en un breve comunicado que la intervención militar contra el líder del EI se produjo «después de que el Servicio de Inteligencia Nacional de Irak proporcionase a la coalición internacional una información precisa que permitió llegar a su ubicación y matarlo».
Las tropas de Washington, que lidera una alianza para luchar contra el EI en Irak y Siria, lanzaron esta madrugada una redada en una vivienda en Atme, en la provincia noroccidental siria de Idlib, donde murieron un total de 13 personas, incluidos seis niños, según diversas fuentes humanitarias.
Entre ellas estaba también el líder del EI, quien se inmoló durante la operación, informó el presidente estadounidense, Joe Biden.
Al Qurashi tomó las riendas de la formación tras la muerte de su predecesor, Abu Bakr al Bagdadi, asesinado en otra operación de las fuerzas estadounidenses en Idlib en octubre de 2019, apenas seis meses después de que el grupo fuese derrotado territorialmente en Siria.
En Irak, el «califato» había caído casi dos años antes.
Aunque la capacidad operativa de las células del EI todavía activas hoy en ambos países se considera limitada, la formación terrorista llevó a cabo el mes pasado su acción de mayor envergadura en casi tres años: un motín en una prisión que se saldó con 495 muertos en el noreste de Siria.
Atme colinda con la localidad turca de Iskanderun y está controlada por el Organismo de Liberación del Levante, que incluye la exfilial siria de Al Qaeda, como la mayor parte de Idlib, el último bastión opositor de Siria.