Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, ingresó en la mañana de este miércoles en el Hospital de las Fuerzas Armadas en Brasilia por un ataque de hipo y dolores abdominales. El mandatario deberá estar en observación médica durante 48 horas, no necesariamente hospitalizado, informaron fuentes oficiales.
La Presidencia informó en un comunicado que por orientación de su equipo médico el mandatario se hará exámenes para investigar la razón del hipo que le afecta desde hace casi una semana. Quedará bajo observación.
«Él está animado y bien», concluyó la nota, sin más detalles.
Se informó también la cancelación de la agenda oficial que debería cumplir, que incluía una reunión con los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco; de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y de la Corte Suprema, Luiz Fux, entre otras actividades, fue cancelada.
La reunión, según medios, tenía por objetivo limar las asperezas entre los tres poderes, después de que Bolsonaro atacó el sistema de votación electrónica y defendió el voto impreso para los comicios de 2022, en los que buscará su reelección.
El jefe de Estado también tenía prevista una reunión con el Comité de Coordinación Nacional para el Enfrentamiento de la Pandemia del covid-19 y el lanzamiento de un programa de acciones para la educación secundaria.
Desde el jueves de la semana pasada, cuando realizó su programa en vivo a través de las redes sociales, Bolsonaro evidenció el hipo que lo aquejaba y en sus posteriores intervenciones públicas continuó con los síntomas.
Quebrantos de salud
Personas próximas al gobernante indicaron que en la madrugada de este miércoles Bolsonaro sintió también dolores abdominales.
En septiembre del año pasado, el presidente de Brasil, de 65 años de edad, pasó por una cirugía en Sao Paulo para extraerle un cálculo renal.
Jair Bolsonaro ha pasado en los últimos tres años por cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018. En medio de la campaña electoral recibió una puñalada en el abdomen por parte de un hombre con trastornos mentales, según las autoridades.
Lo acuchillaron mientras una multitud lo llevaba a hombros en un mitin electoral celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
Al agresor lo detuvieron inmediatamente después del ataque, pero lo declararon inimputable. El juez consideró que no tenía capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.
En julio pasado, el líder ultraderechista dio positivo de covid-19 y estuvo veinte días aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, hasta superar la enfermedad.