El Paso
Fotografía: Rey R. Jauregui

El incremento de migrantes, en su mayoría venezolanos, que cruzan diariamente a Texas por el Río Bravo a colapsado los límites de la Patrulla Fronteriza y los refugios en El Paso se han visto muy abrumados con esta situación.

Aproximadamente 1.300 migrantes cruzan a Estados Unidos por el sector de El Paso cada día, cuando en mayo el máximo no alcanzaba las 1.000 personas. Esto de acuerdo con las últimas cifras registradas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

Esta creciente oleada de migrantes alertó a las autoridades, instituciones y grupos civiles que atienden en ambos lados de la frontera a las personas que se desplazan a la región con la intención de cruzar a Estados Unidos.

Ante esta situación, casi 1.000 personas fueron liberadas en estaciones de autobuses en el transcurso de la semana pasada. Las autoridades buscan trasladarlos a Nueva York, Washington DC o Chicago, con la esperanza de que todos encuentren un buen camino en su estadía en los Estados Unidos, según confirmaron funcionarios al medio local El Paso Matters.

La Patrulla Fronteriza también trabaja con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas para encontrar espacio en refugios sin fines de lucro, debido a que su Centro de Procesamiento Central de El Paso está lleno.

Las agencias liberan a los migrantes a las calles cuando esos albergues están llenos, ya que por disposiciones legales no pueden permanecer detenidos por más de 72 horas. A los venezolanos les realizan una serie de evaluaciones biométricas para asignarles su salida a la calle, sin embargo, no todos superan las pruebas y deben permanecer retenidos.

Algunos de los migrantes liberados se han instalado en las calles de El Paso con tiendas de campaña improvisadas y colchones cerca de la estación de autobuses Greyhound.

Muchos migrantes tienen familias y fondos para llegar a otras ciudades del país, pero la afluencia de venezolanos que no tienen ninguno de los dos, ha desbordado los servicios en toda la ciudad.

Algunos que aún no han conseguido ser procesados por la Patrulla Fronteriza, se han ido acumulando en un pequeño vecindario ubicado en El Paso llamado Chihuahita y estarán allí provisionalmente mientras aguardan su procesamiento legal.


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