“¿Qué dice sobre el mundo en el que vivimos, que una mayoría de países hoy en la ONU, hayan votado para el Consejo de Derechos Humanos, en favor del abusivo gobierno de Venezuela, cuando tenían otra opción?”, se preguntó representante ante la ONU de Human Rights Watch, Philippe Bolopion.

Para Bolopion, la elección de Venezuela supone un «insulto a las víctimas de abusos en todo el mundo» y una traición de los «ideales del Consejo de Derechos Humanos».

Además de HRW, otras organizaciones como el Servicio Internacional para los Derechos Humanos (ISHR, en inglés) se oponían a la candidatura venezolana, que consideraban la peor de todas, aún reconociendo que muchos otros aspirantes también tenían historiales problemáticos, empezando por Brasil.

Además de los dos países latinoamericanos, la Asamblea General eligió este jueves como miembros del Consejo de DD HH. a Libia, Mauritania, Sudán, Namibia, Indonesia, Japón, Islas Marshall, Corea del Sur, Armenia, Polonia, Alemania y Países Bajos.

El Consejo de Derechos Humanos se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, suprimida luego 60 años de trabajo, por la crisis de legitimidad en la que había caído, por decisiones vistas como parciales, politizadas y desequilibradas.

El órgano está formado por 47 países que cumplen mandatos de tres años y cuyos asientos se reparten en grupos regionales.

El pasado agosto, Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano en ser investigado por el propio Consejo de Derechos Humanos, que aprobó la creación de una comisión para estudiar los presuntos abusos del Gobierno.

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, detalló en un informe presentado este año, muchas de esas acusaciones y documentó al menos 6.000 muertes en operaciones de seguridad, desde 2018.


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