Bolsonaro
Foto Archivo

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, intentó sabotear las medidas sanitarias para frenar la propagación del covid-19 en su país, denunció este miércoles la oenegé Human Rights Watch en su informe anual.

Brasil es el segundo país más enlutado por la pandemia, con más de 204.600 muertos y 8,1 millones de contagios, sólo por detrás de Estados Unidos.

HRW aseguró que Bolsonaro «intentó sabotear las medidas de salud pública» destinadas a contener el virus, pero se encontró con la oposición del «Tribunal Supremo Federal, el Congreso y los gobernadores» que «implementaron políticas para proteger a los brasileños».

En su informe, la oenegé desgrana las iniciativas del mandatario de ultraderecha para minimizar los estragos de la pandemia, desde negarse a adoptar medidas para protegerse y a quienes lo rodean, hasta difundir «información equivocada» e intentar «impedir que los estados impusieran normas de distanciamiento social».

La organización también recuerda que Bolsonaro «despidió a su ministro de Salud por defender las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)», y que quien lo remplazó renunció por discrepar con él en su apoyo a un medicamento no comprobado para tratar la enfermedad.

HRW indica que los brasileños negros tienen «mayor probabilidad» de sufrir síntomas indicativos de covid-19 y de morir en un hospital que «los miembros de otros grupos raciales» ya que, según los expertos, la tasa de empleo informal es superior en esta población, lo que impide que pueda trabajar desde casa.

Las comunidades indígenas son «particularmente vulnerables a las complicaciones derivadas» del covid-19, debido al deficiente acceso a los servicios sanitarios la prevalencia de enfermedades respiratorias, advierte la oenegé.

Y cuando el Congreso brasileño aprobó en junio un proyecto de ley que obligaba al gobierno a brindar servicios sanitarios de emergencia y otros tipos de asistencia para ayudar a que los pueblos indígenas hicieran frente a la pandemia, Bolsonaro vetó parcialmente el proyecto. El Congreso luego anuló el veto del mandatario.

En este sentido, HRW recuerda también que el Tribunal Supremo Federal ordenó al gobierno de Bolsonaro que elaborara «un plan para luchar contra la propagación del covid-19 en territorios indígenas».

La organización hace hincapié en la situación en las prisiones y los centros de detención juvenil en el país, donde «el hacinamiento, la mala ventilación y los servicios de salud inadecuados» generan condiciones muy propicias para brotes de la enfermedad.


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