Policía de Hong Kong
La policía antidisturbios en las manifestaciones de Hong Kong se queja de la violencia de los asistentes | EFE/PILIPE ROMAIN

Tras un turbulento fin de semana de gases lacrimógenos, cócteles molotov, cañones de agua y un disparo de advertencia al aire, la sociedad hongkonguense sugirió algunas medidas para calmar la tensión.

Benny Tai, activista prodemocráctico, uno de los principales actores de la «Revolución de los Paraguas» de 2014, propuso una vuelta de tuerca a la demanda de los manifestantes de una amnistía para los arrestados.

Se trata de una amnistía que englobe también a los policías que hayan abusado de su poder.

Tai dijo, en declaraciones a la radiotelevisión RTHK, que esta iniciativa podría sentar las bases para una salida dialogada a la situación que atormenta a la región administrativa.

Afirmó que no es justo culpar por completo a los agentes del aumento de la violencia.

«Creo que los policías están en una posición complicada. Tienen órdenes de arriba. Es inevitable que pueda haber situaciones de mala praxis», expresó.

Tai señaló que los funcionarios deberían ser responsables de sus actos, «pero creo que deberíamos tratar de entender cuáles son las causas».

«Por eso, opino que hace falta un perdón generalizado para todo aquel involucrado en este movimiento», apuntó el también profesor universitario.

El activista apostó por un diálogo que parta de la sociedad civil y no del gobierno, como propuso este mes Carrie Lam, jefe del Ejecutivo hongkonés.

«Si es un diálogo de arriba hacia abajo, no habrá manera de que la gente confíe en que se desarrollará en un plano de igualdad», apostilló.

Anthony Cheung, ex secretario hongkonguense de Transporte y Vivienda, llamó la atención del gobierno de Hong Kong, al que advirtió que su continua inacción al respecto podría resultar en una intervención directa de Pekín en el territorio.

Cheung consideró complicado que prospere cualquier tipo de negociaciones o se cree confianza mutua si el gobierno no «hace algo».

Más protestas

Este lunes, varias decenas de personas protagonizaron una sentada antigubernamental en el centro de la ciudad, un acto que se desarrolló de manera pacífica.

En el extremo opuesto, la controvertida Asociación de Agentes de Policía de Baja Graduación de Hong Kong ofreció declaraciones.

Solicitó revisar la actual estrategia «de nivel relativamente bajo de fuerza» a la hora de reprimir a los manifestantes violentos.

Lam Chi-wai, presidente de la asociación, indicó en un boletín que los manifestantes violentos usan violencia «letal» contra los agentes, y pidió medidas al respecto.

Las declaraciones de Lam se producen un día después de que un policía disparó al aire como advertencia durante una operación en la que seis agentes se encontraban asediados.

La policía defendió la actuación, así como el hecho de que los agentes desenfundaran las pistolas, ya que se encontraban «rodeados, bajo ataque y viendo sus vidas amenazadas».

El cuerpo policial informó que este fin de semana durante las horas de tensión, 15 policías necesitaron tratamiento médico para sus heridas.

Los agentes han arrestado al menos a 29 personas, de entre 12 y 48 años, por «reunión ilegal, posesión de armas ofensivas y ataque a agentes de policía».

Nuevas protestas

El miércoles se realizará una marcha contra el supuesto abuso de agentes de la policía a mujeres detenidas durante las protestas.

El sábado habrá una manifestación organizada por el Frente Civil de Derechos Humanos.

Otros ciudadanos expresaron en el foro LIHKG que planean paralizar de nuevo el aeropuerto internacional de la ciudad el primero de septiembre

Esta vez por un período de tiempo «indefinido» pese a una resolución judicial que impide protestas dentro del recinto.


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