Donald Trump, presidente de Estados Unidos | Don Emmert | AFP | Getty Images

El economista Asdrúbal Oliveros aseguró a El Nacional que la orden ejecutiva firmada el lunes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo busca asfixiar financieramente al régimen de Nicolás Maduro, sino que también envía un mensaje directo a países como India y Emiratos Árabes Unidos.

El decreto congeló todos los activos del Estado venezolano en Estados Unidos y prohibió las transacciones con este, aunque ciertos casos quedaron exentos.

“Estas medidas de la administración Trump están enfocadas principalmente en dos áreas: la protección de activos en Estados Unidos para evitar una pérdida desordenada de los mismos y, en segundo lugar, intentar detener todas las actividades que en los últimos meses Maduro había logrado surfear y realizar para blindarse ante las sanciones que se habían emitido”, declaró.

La orden ejecutiva también autorizó a emplear sanciones contra personas extranjeras que suministren apoyo a cualquiera de los funcionarios que se encuentran en la lista negra de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro.

Asdrúbal Oliveros, economista y socio director de Ecoanalítica | Carlos Crespo | Crónica Uno

Oliveros afirmó que el efecto de las recientes medidas adoptadas por Trump dependerá de la capacidad para coaccionar a los principales proveedores de las estructuras de captación del oficialismo.

“Estas sanciones probablemente pueden tener un efecto en países como India, que se ha convertido en un comprador importante del crudo venezolano, y también en Emiratos Árabes Unidos que ha sido otro consumidor significativo de oro venezolano”, indicó.

Sin embargo, resaltó que los intereses de esos países en el crudo, el oro y otros metales venezolanos no implican que ciertos actores privados indios y árabes se inhiban de cerrar negocios con el Estado venezolano para que sus inversiones en suelo estadounidense no se vean afectadas.

El director de Ecoanalítica se mostró escéptico respecto a que el congelamiento de los activos venezolanos en Estados Unidos pueda generar algún impacto en los gobiernos de Rusia, China o Turquía debido a la relación de confrontación que tienen de manera directa o indirecta con Washington.

Agregó que aunque no se conoce la proporción de efectivo que Nicolás Maduro esté recibiendo por la venta de petróleo venezolano, esa tendencia podría aumentar en el futuro.

“Eso también implica un aumento en los costos transaccionales y hasta un asunto de seguridad. Entonces, complican la dinámica de lo que son las compras del Estado, además de prestarse a más corrupción de la que ya pueda haber”, indicó.

Daños colaterales

El economista precisó que la orden ejecutiva que excluye negocios relacionados con alimentos y medicinas, no afecta de manera directa o inmediata al sector privado venezolano, sino que el problema se originaría en la interpretación que individuos internacionales pueden hacer sobre las últimas sanciones estadounidenses.

“Una consecuencia, que está más allá del texto propio de la resolución, es un poco la interpretación libre y arbitraria que hacen muchas instituciones financieras y proveedores internacionales al no tener claridad sobre las operaciones del sector privado venezolano y sus particularidades y entonces los meten a todos en un mismo saco”, advirtió.

Ese panorama puede terminar perjudicando a empresas que no facilitan transacciones al régimen de Nicolás Maduro “por la dificultad que tienen los actores internacionales de comprender el asunto venezolano y discriminar qué actividad o no termina beneficiando” al oficialismo, insistió.

Dijo que más allá del efecto de las decisiones de Donald Trump contra el régimen en la población venezolana, la economía y la calidad de vida de la ciudadanía no mejorará hasta que se logre solucionar la crisis política en el país.

“Mientras no se resuelva la situación política, la economía seguirá achicándose, la depresión se profundizará, no habrá inversión y las empresas privadas estarán trabajando al mínimo de su capacidad o terminarán cerrando. En ese contexto, difícilmente, la gente puede ver una mejoría”, aclaró.

¿Qué pasa con Citgo?

Olivares señaló que, aunque no es un experto jurídico y los abogados tienen diferentes interpretaciones sobre el tema, Citgo se encuentra más protegida de lo que estaba la semana pasada con la orden ejecutiva de Estados Unidos, pero, a su juicio, no lo está del todo.

“El tema de Citgo es más delicado porque está el bono Pdvsa 2020, el cual tiene una parte atada a una garantía con la empresa venezolana que, a su vez, posee una medida o excepción de protección de las sanciones de Trump en el pasado, pero no está del todo claro. Si bien con esta decisión se eleva un poco la protección a los activos, incluida Citgo, todavía existe una posibilidad de que se pueda perder o no haya una protección al 100%”, manifestó.

Por último, mantuvo que es difícil saber si la orden ejecutiva tendrá más efectividad que las anteriores sanciones en el esfuerzo de Estados Unidos por obligar a Maduro a renunciar al poder para restablecer el orden democrático en Venezuela.

“Toda sanción es en esencia una apuesta y depende de múltiples factores, como la fuerza de la coalición que gobierna en Venezuela y la capacidad de conseguir nuevas fuentes de financiamiento que neutralicen esas medidas. Ahí hay múltiples efectos y no me queda del todo claro que logren, de manera inmediata, algún tipo de salida del régimen. Creo que esto lleva tiempo y mientras dura, lo que vamos a tener es una economía que cada vez se sigue reduciendo y está más afectada por una depresión que va para su sexto año”, concluyó.


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