El Paso
Foto: EFE/ Jesús Rosales

Hasta 12.000 migrantes se encuentran en Ciudad Juárez (México) y se espera que crucen a El Paso (Estados Unidos) después de que el Título 42, una directiva de expulsión expedita de migrantes en la frontera, deje de aplicarse en una semana, advirtió este jueves el alcalde de la ciudad texana, Óscar Leeser.

En conferencia de prensa el jefe del Ayuntamiento desestimó que en la ciudad mexicana haya 35.000 migrantes esperando cruzar. Esa cifra fue dada por la gobernadora del estado mexicano de Chihuahua, María Eugenia Campos, a finales de abril con base en estimaciones de organizaciones civiles y religiosas de la ciudad.

Leeser explicó que la cifra de entre 10.000 y 12.000 migrantes se estimó después de que funcionarios de El Paso realizaran un recorrido por las calles de Ciudad Juárez. El número no incluye a unos 3.500 extranjeros que se presume van en una caravana hacia la ciudad mexicana, ahondó.

“El número con el que nos preparamos a lidiar es probablemente entre 12.000 y 15.000 personas, si se suma la caravana”, señaló el alcalde demócrata.

Enfatizó que la ciudad ha estado tomando medidas para afrontar el incremento del número de migrantes que se espera lque leguen a la ciudad después del 11 de mayo, cuando termine la aplicación del Título 42. “La ciudad está preparándose para asistir no solo a los solicitantes de asilo sino también a la comunidad de El Paso”, dijo.

Entre las medidas se evalúa restablecer el envío de migrantes en autobuses a diferentes ciudades. El alcalde y sus funcionarios no tienen una fecha exacta de cuándo comenzaría nuevamente a implementarse la medida.

“Vamos a ayudarlos (a llegar) a donde quieren ir porque no vienen a El Paso, vienen a Estados Unidos y les tenemos que ayudar a conectar con sus familias y sus amigos”, señaló.

El alcalde agregó que la ciudad no va a mandar a nadie a la Casa Blanca o a la casa de la vicepresidenta Kamala Harris, como lo ha hecho el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott. “Vamos a tratarlos a todos con respeto y dignidad”, sostuvo.

El subdirector administrativo de El Paso, Mario D’Agostino, dijo que la ciudad ha recibido fondos federales que fueron extendidos hasta el final del año fiscal 2023 (que culmina el 30 de septiembre).

“Estamos tratando de administrar este dinero de la forma más eficiente posible para que pueda durar la mayor cantidad de tiempo que se pueda ya que estamos esperando grandes números”, indicó D’Agostino. “Sabemos que no tenemos la capacidad para albergar toda esa cantidad de personas en El Paso. Entonces nuestra estrategia es apoyarlos para llegar al siguiente destino”, abundó.

El alcalde Leeser indicó que se optó por autobuses, pues el aeropuerto de El Paso es mediano y tiene un número limitado de vuelos al día.

Liberación de 1.500 migrantes en un día

Recordó que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha liberado en El Paso hasta 1.500 extranjeros en un día en el pasado, lo que obliga a las autoridades locales a tratar de evacuar al mayor número de migrantes a la brevedad.

Algunas escuelas se adaptarán para recibir a los migrantes y procesarlos. Pero no funcionarán como refugios, explicaron los funcionarios.

El alcalde admitió que el Departamento de Policía de El Paso ha estado realizando acciones de vigilancia en la ciudad, donde hay un buen número de migrantes durmiendo en las calles. No obstante, aseveró que los agentes locales no están asumiendo el papel de las autoridades migratorias.

Entre los migrantes que llegaron a El Paso en estos días hay muchos que ya los habían devuelto a suelo mexicano bajo el Título 42. Como en el caso del venezolano Luis Gutiérrez, quien regresó a Estados Unidos de forma irregular a través de un “hueco” de 30 por 30 centímetros en la barrera fronteriza que atravesó después de esperar dos noches a que la Patrulla Fronteriza no estuviera.

«Fue muy duro porque la migra no se quita de donde está el hueco», dijo Gutiérrez a Efe en una calle de la ciudad texana en donde duerme con su hermano y unos amigos.

«México para nosotros fue una travesía difícil. Duramos dos meses y medio caminando, pidiendo aventones, pidiéndole ayuda a la gente», recordó.

En la conferencia de prensa, Leeser agradeció la colaboración que ha prestado a la ciudad el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien este jueves se encuentra en el Valle del Río Grande (Texas) en una gira para ver de primera mano los preparativos para el esperado aumento en la llegada de migrantes.

El alcalde enfatizó que el sistema de migración de Estados Unidos está descompuesto y que “no se ve una luz al final del túnel” hasta que el Congreso tome medidas.

Consideró que el problema migratorio no se generó por el actual gobierno federal o el anterior, sino que “esto es un problema de hace mucho tiempo».


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