El conservador Boris Johnson, Ejecutivo del primer ministro británico, expondrá el miércoles sus prioridades presupuestarias de cara al «brexit».
Todo ello, en un ambiente de alta tensión política en el Reino Unido, en el que no se descartan elecciones generales.
Se prevé que Sajid Javid, ministro de Economía, presente en la Cámara de los Comunes el informe conocido como «Revisión del gasto». Allí, desvelará sus objetivos fiscales y las partidas para cada cartera en el periodo 2020-2021.
Fuentes oficiales han indicado que esta revisión es sobre las intenciones del gobierno antes de la salida del país de la Unión Europea el 31 de octubre.
Sin embargo, en plena crisis política nacional, el anuncio de mañana podría interpretarse también como un reclamo electoral.
Todo ello, ante la posibilidad de que Boris Johnson convoque elecciones anticipadas si el Parlamento bloquea sus planes de dejar el bloque comunitario, con o sin acuerdo del «brexit».
Informe
Javid ha asegurado que su revisión se acogerá a la disciplina fiscal marcada por el anterior gobierno «tory» de Theresa May.
Lo que le obligaría a reducir el déficit estructural a menos de un 2% del producto interior bruto en 2020-21 y eliminarlo para 2025.
Habrá que esperar si el responsable del Tesoro ejecuta las promesas hechas por Johnson, que adelantó sustanciosos recortes fiscales y grandes inversiones en servicios públicos.
A diferencia del presupuesto anual, la revisión del gasto la realiza el ejecutivo de turno cuando lo considera conveniente.
Normalmente, cubriendo un periodo de entre tres y cinco años, a fin de ofrecer más horizonte a los inversores.
En este caso, debido a la nebulosa que rodea al «brexit», el informe de Javid cubrirá solo un ejercicio financiero y no irá acompañado de previsiones oficiales de crecimiento económico y de endeudamiento del Estado -lo que ha sido criticado por los analistas.
Se espera que estas previsiones se conozcan con el próximo presupuesto, después de que las últimas hechas en marzo rebajarán el crecimiento del PIB de 1,6 a 1,2% en 2019.
Aunque pueda estar por debajo de las expectativas creadas por Johnson, es previsible que el incremento del gasto público que se revele mañana sea el mayor desde la crisis crediticia de 2008, que dio inicio a más de diez años de austeridad.