Maxwell, El Nacional
Fotografía tomada en julio de 2020, en la que se registró un tablero de la fiscalía de Nueva York durante la presentación de cargos en contra de Ghislaine Maxwell (d), por su presunto papel de cómplice y facilitadora en la explotación sexual y el abuso de varias niñas menores por parte de Jeffrey Epstein (i), en Nueva York (NY, EE UU). Foto: EFE/Jason Szenes

La británica Ghislaine Maxwell, examante y mano derecha del financiero Jeffrey Epstein, fue condenada este martes a 20 años de cárcel después de que en diciembre de 2021 un tribunal la declarara culpable de cinco cargos relacionados con el tráfico sexual de menores de edad, reclutadas para Epstein.

La juez Alison Nathan anunció la condena tras escuchar el alegato de la Fiscalía de Manhattan, en Nueva York, que solicitaba entre 30 y 55 años de cárcel, y de la defensa, que pedía una sentencia apropiada que estuviera «muy por debajo» del rango presentado por el gobierno.

Maxwell dijo este martes en el tribunal que reconocía el dolor de las víctimas, pero no pidió perdón.

La británica, de 60 años de edad, la declararon culpable de tráfico sexual de menores el 29 de diciembre de 2021.

Para entonces la condenaron por cinco de los seis cargos a los que se enfrentó, incluido el de tráfico sexual, después de un juicio que se prolongó por espacio de un mes en el que los testigos declararon que ayudó a Epstein a reclutar, preparar y abusar de niñas menores de edad, según The New York Times.

Lo que alegó la defensa de Maxwell

Los abogados de Maxwell pidieron a principios de junio por escrito a la jueza Alison J. Nathan que le impusiera una sentencia inferior a los 20 años recomendados por el departamento de libertad condicional de la corte.

Los letrados sugirieron en su escrito que la fiscalía había decidido enjuiciar a la británica después del suicidio de Epstein en la cárcel en 2019 para apaciguar a sus víctimas y «reparar la reputación empañada» del Departamento de Justicia y la Oficina de Prisiones, bajo cuya custodia murió el financiero, citó el rotativo.

La defensa también sugirió que la culpa de la conducta de Maxwell recaía en Epstein y su padre, el difunto magnate de los medios británicos Robert Maxwell, de quien dijeron que era un padre cruel e intimidante.

Sin embargo, la fiscalía desestimó esas afirmaciones, señalando que si algo sobresalía de la sentencia de Maxwell era su incapacidad para abordar su conducta criminal y su «total falta de remordimiento».


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